jueves, 30 de diciembre de 2010

Postal navideña desde el Castillo de Herodes

Que sí, que ya lo sé... es navidad.
Yo no es que sea especialmente devoto de estas fechas, de hecho el único guiño festivo que acostumbro a hacer (de unos pocos años a esta parte) es cambiar mi habitual sintonía de llamadas en el móvil por el "Last Christmas" de Wham, mi villancico favorito.

Bueno, no sólo eso... también debo reconocer que el "Cuento de Navidad" de Dickens es mi preferido de siempre, que cada mes de diciembre saco un rato para releerlo en inglés... y acto seguido (para desdramatizar un poco) me veo "Los Fantasmas atacan al Jefe".
Punto, mi ideología navideña no va más allá.


Sin embargo hay un fenómeno cada vez más extendido que consigue que el Señor Scrooge que (aunque muy escondido) llevo dentro, se manifieste... a ver cómo consigo explicarlo sin parecer un salvaje sin sentimientos.

Desde que tengo uso de razón recuerdo cómo en las felicitaciones navideñas que recibíamos en casa (correo ordinario), si a lo largo del año que concluía hubo algún nacimiento entre familia o amigos, al crisma se le acompañaba una foto del bebé de turno, o en los años siguientes alguna más mostrando la evolución del crío, etc.
Pero claro, como no había ni cámaras digitales, ni internet ni photoshop... eran fotografías "normales".

Lo que se hace ahora con los críos, a mi modo de ver, no tiene nombre.

Yo entiendo que se haya podido ser padre recientemente, que la baba derramada genere un torrente de caudal inagotable, que el amor sea ciego... y que la navidad sea la época infantil por excelencia.
También comprendo que se quiera presumir de vástago, etc... pero en los últimos años estoy recibiendo unos correos electrónicos "con niño" que lejos de enternecerme, me sonrojan.

De cinco años a esta parte, la mayoría de mis amigos (y conocidos) se han casado y casi todos han dado el "siguiente" paso trincando los 2.500 euros de Zapatero... pues bien, TODOS ELLOS (con ligeras diferencias) siguen el siguiente patrón a la hora de enviar el e-mail navideño:
...texto en el que se dice "Fulanito (nombre del hijo) os desea Feliz Navidad", y archivo adjunto con una fotografía del crío trucada con photoshop en la que sale vestido de Papá Noel, de Grinch, guiando una Diligencia de renos, o sobrevolando el círculo polar ártico... eclipsando auroras boreales y decorativas bandadas de aves migratorias.

Otra variante no menos común es la siguiente: texto en el que se puede leer "la familia García-Rodríguez (por ejemplo) os desea Feliz Navidad", adjuntando una fotografía en la que el sonriente matrimonio posa, con el niño en brazos, al más puro estilo Felipe y Letizia en la portada de ¡Hola!.


Aún así, a pesar de mi poca fe... el otro día fui sorprendido con una suerte de "más esperpéntico todavía".
Cierta chica con la que tuve unas breves relaciones hace cuatro años me incluyó en el listado masivo de destinatarios de su e-mail navideño, lo abrí y ¡zas!... "Ernesto os desea feliz navidad", pero la imagen de su hijo travestido de ayudante de Santa Claus no era una simple foto, no... era el enlace a un video.
"Pincha para ver la felicitación de Ernesto, jeje", concluía el mail.

No sé por qué lo hice, el caso es que cliqué y a lo largo de los siguientes (e interminables) dos minutos recordé aquel viejo programa de TVE "Videos de Primera", concretamente la sección de imágenes caseras de niños japoneses dándose unos golpetazos terribles con profusión de risas enlatadas de fondo.


La leyenda dice que Stanley Kubrick era cruel en sus rodajes pero... este siniestro video/felicitación nos muestra a un niño pequeño uniformado de rojo y blanco (aunque no del Athletic) con evidentes síntomas de fastidio, balbuceando algo ininteligible (¿protestando?), cayéndose al suelo por lo menos tres veces (una de ellas de manera bastante aparatosa), siendo levantado inmediatamente y plantado de nuevo en escena por las desvergonzadas manos de su madre, la cual permanece en la sombra maquinando un sinfín de perrerías pretendiendo, cámara en mano, que la sangre de su sangre lo dé todo en pantalla... pero lo más que Ernesto puede ofrecer es un lloroso plano final, con las imposibles risas de sus progenitores de fondo.

Si es que hay padres a los que, mientras duren las navidades, deberían retirarles la custodia...


lunes, 20 de diciembre de 2010

Mr. Rific en... "Cuento de Navidad"

I - LA EXCUSA:

Cinco meses atrás, Maika y yo habíamos echado uno de los polvos más nefastos que recuerdo.
Al menos para mi lo fue... ella no debió de pensar lo mismo ya que en las siguientes semanas no dejó de insinuarse proponiendo un nuevo encuentro.
A lo largo de ese tiempo (y a pesar de su insistencia) nunca me sentí lo suficientemente tentado como para repetir... hasta el pasado viernes.

Un par de días antes ella asomó por el Messenger en plan calentorro, pidiendo pelea.
Me preguntó si hacía algo el finde, que vaya frío que hace, que ya podría calentarla, etc.
Mi excusa evasiva del día fue: "¿Pero dónde vamos a hacerlo? En mi casa ahora no se puede, en la tuya tampoco... ando mal de pelas para un hotel, y de la calle con este clima mejor ni hablamos"
"Tengo una amiga que tiene un piso vacío en la Plaza de la Guerra –contestó- bueno... realmente lo tiene lleno de trastos, acaba de mudarse a otro y aún guarda algunas cosas allí. Me ha dicho que me presta las llaves así que podríamos ir…"


No sé por qué, pero la situación que describía despertó en mi el morbo suficiente como para contestar: "vale, si te dejan las llaves avisa y nos pasamos un rato"

Dicho y hecho, el viernes por la mañana recibí el siguiente sms: "Hola ¿q tal? Q planes tienes para esta tarde noche, ya engañe a mi amiga para ir a La Plaza de la Guerra (icono sonriente) besos

Yo ya había quedado con una chica para esa noche, así que mi primera reacción fue proponer a Maika quedar a primera hora de la tarde, no renunciando así a nada.
"Te parece muy pronto 17:30 allí, en la misma plaza?", envié... "Ok, a esa hora", contestó, apenas unos segundos después.


II - LA CITA:

Llego puntual a la plaza, el panorama en esa parte de la ciudad es de lo más "pintoresco", muchos chavalines en chándal, con los pelos de punta, fumando Dios sabe qué... dando vueltas en círculo (como aves rapaces) con sus bicis.
La música procedente de los coches es una mezcla entre Estopa, David Guetta, Los Chichos y Daddy Yankee.
Es el día de más frío en lo que va de otoño/invierno y casi me quedo congelado esperando durante los quince minutos que ella tarda en aparecer... ¡y menuda irrupción en escena!

Maika dobla la esquina empujando un carrito de bebé vacío... avanzando detrás de ella, a paso lento, viene su amiga (la dueña de la casa) llevando en brazos a un crío de poco más de un año de edad.
Maika me presenta a la amiga (Sonia), la cual (después de darme un intenso repaso con la mirada) sigue caminando hacia una de las fachadas de la Plaza, se sitúa bajo cierta ventana... y pega un estridente vocinazo llamando a nosequién.


Dos minutos después asoma de uno de los portales un cani con aspecto patibulario, se acerca a Sonia y habla algo con ella, haciendo también alguna carantoña a la criatura.
Mientras tanto, en segundo plano, me ponen al día de la situación.
Resumen: Sonia tiene 34 años, aquel chaval 23... y es el padre de la criatura, pero ahora están separados porque él se ha liado con una de 19.

El caso es que llevo ya veinticinco minutos parado en esa plaza y apenas siento los pies del frío que tengo... el quinqui pega media vuelta y abandona el escenario.
"¡Venga, las llaves!", chilla Maika... "Ya va, petarda, ya va", responde Sonia, "pero os acompaño y entro un momento con vosotros que tengo que coger una bufanda para el crío".

Así que los cuatro (y el carrito) entramos en la casa... yo acompaño la procesión en el más absoluto silencio, observando el sainete que a mi alrededor se esta organizando y arrepintiéndome un poco de haber quedado...
...pero apenas había sucedido nada.


III - EL IGLÚ:

¿Cómo describir el lugar de los hechos?
Ya desde la entrada apesta a lo que (despreocupadamente) me dicen es "mierda de perro"... hay un pasillo estrecho que da al salón, donde se encuentran desperdigados un sofá, una mesa y una montonera de ropa de niño revuelta, sin colocar.
Sonia coge la bufandita para el crío, susurra algo al oído de su amiga guiñándole el ojo... y se pira.

Una vez solos Maika, sin pronunciar palabra, me agarra de la mano y avanzando hacia el fondo del piso me conduce hasta la primera habitación a la izquierda: el dormitorio.

La casa tiene la luz cortada, así que subo la persiana cuanto puedo para poder ver algo pero a las seis de la tarde ya apenas entra la última luz del día...
La casa tampoco tiene calefacción, así que al principio nos metemos en la cama medio vestidos...
Es como jugar a tinieblas en una nave frigorífica.


Ella comienza a besarme y yo meto las manos dentro de su pantalón para que entren en calor.
De repente se oye el sonido de un teléfono móvil procedente del salón, ella se levanta a investigar y descubre que su amiga se lo ha dejado olvidado... y quien llama es la nueva novia de su ex, la chica de 19 años.
"Es que han quedado ahora para tomar algo ahí en el portal" –me dice- "a pesar de lo sucedido ellas se hablan y eso..."
"Ah, qué bien", contesto.
Cinco minutos después empezamos a follar.

A cada poco vuelve a sonar el dichoso móvil del salón, convirtiéndose en la banda sonora de un acto sexual de lo más gélido...
Imagino que motivado por la envidia, mi teléfono decide hacer los coros y en la mesita de noche comienza a iluminársele la pantalla, sonando "My World" de Guns n’Roses, sintonía que tengo asociada a mi colega Andrés.

A pesar de encontrarme encima (y dentro) de Maika, digo: "vaya, ahora me llaman a mi... y debería cogerlo"
"Mientras no dejes de follarme haz lo que quieras", me dice... así que sin dejar de hacerlo extiendo el brazo y atiendo la llamada.

La conversación:
-Qu e eeh paasa Andrés
-¿Qué haces Rific? Te oigo raro...
-Ando a algo ooo ocupado... ¿qué quieres?
-Pues salgo ahora a hacer unas compras navideñas, luego a las 7 y pico pasaré cerca de tu casa, por si te apetece tomar una caña
-Vale, a aaa a las siete me haces uu uuuna pe perdidaa... y bajo

Maika mientras, descojonándose, me dice: "estás como una cabra", agarrando con fuerza mi trasero empujándome hacia ella. Cuelgo el teléfono.

(Rato después cuando quedé con Andrés me diría: "qué estabas haciendo, ¿cagando?")


IV - EL INCREIBLE CASO DE "LA MUJER LINTERNA":

El móvil de Sonia sigue sonando en el salón a cada poco rato... "me da que tu amiga no ha quedado al final con la de diecinueve" -comento- "deberíamos salir fuera no sea que aún esté en el portal esperando, y darle el teléfono..."
"De eso nada" –contesta- "de aquí no nos movemos..."

Se mete bajo las sábanas y se dirige hacia mi entrepierna... cierro los ojos y sin pensar en el (cada vez más intenso) frío, me limito a disfrutar, ajeno a lo que el destino me tiene reservado... tan sólo diez minutos después.
Quince quizás, en fin, como sea... el caso es que es en ese instante posterior cuando el silencio del iglú se ve importunado por el sonido de una llave entrando en la cerradura del piso, la apertura de la puerta... el gimoteo de un bebé, una madre (Sonia) hablando sola diciendo "a ver si te encuentro el anorak que te regaló la tía... ay madre, no veo nada de nada... ¿dónde habré dejado el móvil?"

Mientras tanto Maika está sobre la cama, a cuatro patas... conmigo follándola por detrás.
"¡Pero qué hace esta tía aquí tan pronto!" -exclama mi montura- "ay Dios, y tenemos la puerta de la habitación abierta..."
"Tranquila mujer, que no se ve ni torta", susurro, sin hacer el más mínimo amago de parar... ella nuevamente se ríe y sin oponer resistencia, pone una mano sobre su boca, y con la otra agarra fuertemente la almohada...

Sonia mientras sigue avanzando por la casa, iluminando sus pasos con la pantalla del móvil, hablando sola, (si es que tenía que haberlo hecho antes de que vinierais, ahora tengo que preparar la mochila del niño y no se ve tres en un burro, a ver cómo coño encuentro yo todo lo que tengo que meter...) llega a la altura del marco de nuestra puerta... y enfocándonos con su Nokia añade a su discurso, como quien no quiere la cosa: "anda, si estáis aquí".


"¡No entres Sonia por Dios!", chilla Maika... a ambos nos da de lleno la luz del móvil pero curiosamente, ni yo dejo de embestir, ni Maika se aparta... y Sonia se queda ahí parada, apuntándonos con la luz (como el acomodador de un cine) soltando la siguiente perla: "Yo alucino con esta gente, chacho... te puedes creer chacho, que andaban diciendo que si había venido uno a pegar al Isra y a la Vane??? Yo lo flipo chacho, en qué cabeza cabe... que voy yo a traer a alguien para que le casque al imbécil ese... ya les he dicho que si están tontos o qué, que a qué ibais a venir si no... si es que está clarísimo chacho, ¡pues a pegar un polvo! La Virgen, chacho..."

A pesar de haber resistido dale que te pego al arranque del monólogo, finalmente me veo superado por la esperpéntica situación y caigo doblado en la cama, víctima de un ataque de risa.

Maika se cubre con la sábana y sale de la habitación diciendo a Sonia "ya podrías haber tardado un poquito más bonita", a lo que la otra se disculpa diciendo que ya ha anochecido del todo y tiene que coger unas cuantas cosas para el peque, que se le hace tarde... "¿podéis ayudarme a alumbrar esta esquina? ... es que no veo un cagao", concluye.
Entonces me incorporo de la cama, desnudo, agarro el móvil y tapándome la entrepierna con la otra mano, comienzo a iluminar junto a Sonia cierto cajón que ella acababa de abrir.

El repaso que ahora me pega es mucho más detenido que el de nuestro primer encuentro en la Plaza de la Guerra... de hecho se queda muda un minuto largo hasta que alcanza a decir: "pero no estés así hombre, con el frío que hace, vístete lo primero"

Vuelvo al dormitorio y tardo una eternidad en encontrar todas mis prendas, dispersas en esa camera obscura... Sonia continúa llenando una mochilita con prendas, radiando en voz alta cada uno de sus hallazgos y movimientos, dando incesantes vueltas al rumor que su ex y la chica de diecinueve habían esparcido por el barrio... y Maika en el WC meando en penumbra, pero con la puerta abierta.

Me visto y me pongo el abrigo.
A estas alturas de la astracanada ya no sé si reír o llorar... reprimo el impulso inicial de salir corriendo de esa casa y me espero a que todos acaben lo que están haciendo.

Ya en la calle nos cruzamos nuevamente con el ex de Sonia (ahora acompañado de una chica con chándal blanco y un petardo de polen entre los dedos, ¿de diecinueve años quizás?), intercambian unas palabras y en una de las ocasiones que él me mira de reojo pongo cara de tontito, introduzco un dedo en mi nariz... el cani aparta la vista.

Acompaño a las chicas dos calles más abajo y en cuanto considero que mi marcha no va a ser tomada (no al menos de manera descarada) como una huída, comienzo a disculparme alegando que he quedado con un amigo, les doy sendos besos dobles y me despido... pero antes de poner la directa hacia casa (donde me ducharía y prepararía para la segunda cita del día) Sonia alcanza a decirme: "bueno chacho ya sabes, para cuando queráis otra vez el piso ahí lo tenéis eh..."
"Y si tú finalmente te animas a pegar al Isra... ya sabes", respondo sonriente, despidiéndome con el brazo.


Y así concluye la historia de la única vez en mi vida, que he follado sin quitarme los calcetines...


miércoles, 15 de diciembre de 2010

Video killed the Library Star

Pidiendo una Fanta para ella y una Mahou para mi, descubrí sobre la barra del bar un taco con varios de esos pequeños folletos gratuitos que desglosan la agenda cultural de la ciudad durante todo el mes en curso.

Me metí uno en el bolsillo interior de la cazadora para poder leerlo detenidamente más tarde en casa... pero nada más sentarnos en una de las mesas llamaron a mi amiga al móvil, así que mientras ella permaneció al aparato comencé a fisgar la revistilla.
Exposiciones, conferencias, talleres infantiles, muchos de mis "odiados" monólogos de presunto humor, conciertos...

Apenas llevaba ojeadas unas pocas páginas cuando ella regresó a mi lado.
-¿Qué lees?- me preguntó, curiosa.
-Pues uno de esos boletines de la fundación municipal de cultura, con la agenda del mes... fisgando por si hay alguna cosa interesante
-¿Y has visto algo que merezca la pena?- añadió, antes de mordisquear la rodaja de limón de su refresco.
-Nada de momento, por lo poco que llevo visto casi todo son cosas destinadas a público infantil... mira, para que te hagas una idea- respondí, mostrándole el gracioso anuncio de una compañía de marionetas que representaba "La Ratita Presumida".


-Ay va, La Ratita Presumida- exclamó sonriente- ¡yo tenía el videojuego!

viernes, 10 de diciembre de 2010

Mire Doctor, el caso es que tengo una amiga que...

Se abrió la puerta de la consulta y la veterana enfermera salió al pasillo, miró un papel y levantando la vista dijo: "¿Mr Rific?"
Entré y tomé asiento. El Doctor Robert anotó algo en su bloc, preguntó qué me traía por allí y (sonriéndole) comencé a relatar mi historia.

"Pues mire, he venido más que nada para que me informen de primera mano... hay demasiadas opiniones sobre esto que me preocupa y prefiero consultarle a usted antes que hacer caso a cualquiera de las numerosas versiones que circulan... en fin, le pondré en antecedentes.

Mire Doctor, el caso es que tengo una amiga que... hace aproximadamente quince días le salieron unos bultitos por el cuello, de tamaño considerable... le subió la fiebre de manera extraña durante unos días, sufría de nauseas, etc... acudió un par de veces a Urgencias y allí le hicieron varios análisis y pruebas, entre ellas la de la mononucleosis, que dio negativa.
En uno de los días en que se encontró mejor ella y yo quedamos... y bueno, mantuvimos relaciones... al día siguiente tuvo una recaída febril y acudió nuevamente a Urgencias, volvieron a hacerle pruebas y esta vez sí le diagnosticaron mononucleosis...

Mi pregunta Doctor, como podrá imaginarse, es sobre las probabilidades que existen de haber sido contagiado... ¿hoy es martes no? Pues hoy hace justo una semana que ella y yo... y seguramente sea aprensión, no lo sé, el caso es que ayer durante un rato tuve un remusguillo extraño en la garganta e incluso creí tener fiebre unos minutos…"


El médico me interrumpió y comenzó a explicarme de un modo científico en qué consistía esa enfermedad, tan común entre la gente joven...
"Ya he oído eso de que afecta a los más jóvenes –intervine- pero como yo estoy en esa edad tan particular en la que para ciertas cosas todavía soy joven, pero para otras soy un carcamal…"

"El riesgo de contagio existe, es evidente –prosiguió- ...pero habrá que confiar en que su sistema inmunológico pueda hacerle frente. De momento hasta que no presente ningún síntoma no se puede hacer nada, los reconocerá ya que son similares a los de la gripe común... en caso de que se manifiesten vuelva por aquí y ya haríamos la correspondiente analítica, etc..."

"¿Y cuánto tiempo podría tardar esta cosa en asomar la patita? -insistí- ¿Para cuándo debería dejar de preocuparme...?"

El médico se puso serio y mirándome fijamente sentenció: "Dejar de preocuparse... ya mismo. Y como período de cierta precaución, pues quince días".

Según me levantaba para irme no pude evitar querer satisfacer una delicada curiosidad final.
"Ehm, tan sólo una última cosa Doctor... mmm, con la chica esta, la de la mononucleosis infecciosa... imagino que mientras no le den el alta... nada de "relacionarse" ¿no?... ¿o quizás con la debida protección...?"

Por primera vez a lo largo de nuestra charla, el doctor Robert sonrió mientras recetó: "mejor que no"


Más tarde, camino de mi casa, no pude evitar concentrarme cruzando los dedos para no tener en esos quince días ni un triste catarro, ningún motivo de alarma... ¿dos largas semanas de cuarentena?

¿Y si llamo para salir este finde a aquella cabrona que se pasó tanto de lista conmigo hace unas semanas? Por si acaso...


viernes, 3 de diciembre de 2010

Plantar semilla... y perder la silla

La conocí a finales de aquel verano, en las fiestas del pueblo de mi amigo Andrés.
Tan sólo pude pasar cuarenta y cinco minutos con ella, antes de que las aburridas de sus amigas la secuestrasen metiéndola (casi a la fuerza) en la parte trasera de una furgoneta verde para regresar a toda prisa a la capital.
En tan breve intervalo apenas nos dio tiempo a charlar, compartir una cerveza y besarnos un poco detrás del puesto de churros.

Durante el mes de septiembre (cada uno en su ciudad) mantuvimos cierto contacto, amagando incluso con quedar un fin de semana para rematar aquello que en el pueblo habíamos dejado "a medias"... pero por desgracia nuestras agendas ese mes no cuadraron.


A principios de Octubre, mantuvimos una larga (y caliente) conversación telefónica en la que decidimos la ciudad donde tendría lugar el encuentro (con el mapa delante, una a mitad de camino) e incluso el hotel donde alojarnos (recomendación de su hermana)... lo único que quedaba por fijar era la fecha.

"Tranquilo que de este mes ya no pasa –aseguró-... la próxima semana voy a Zaragoza a los Pilares con mis amigas, a partir de ahí cualquiera de los siguientes fines de semana son para ti"

Pues bien, hasta el día 16 de octubre no volví a tener noticias de ella, ese día recibí un correo electrónico en el que me ponía lo siguiente:

"Hola guapo:
por fin he tenido un momento para escribirte y contarte todo lo que me ha pasado en los ultimos dias... como sabes el pasado fin de semana estuve en zaragoza en los pilares junto con unos amigos y algun compañero de trabajo y el sabado por la tarde un gilipollas el cual esta denunciado nos atropello en un paso de cebra a tres de las chicas, todas estamos bien, pero todas tenemos algo roto, yo por ejemplo tengo un tobillo fisurado y tengo q llevar una escayola dos meses, estuvimos ingresadas en observacion hasta el lunes y ahora estamos super doloridas.

Pero como se suele decir, no hay mal que por bien no venga estando en el hospital, me han dado la mejor de las noticias, estoy embarazada estoy apenas de dos meses pero me hace mucha ilusion, la verdad es que nos ha pillado a ambos de sorpresa, ya que el padre y yo no mantenemos ningun tipo de relacion, hasta ahora solo eramos amigos con derecho a roce y ahora vamos a ser padres...

En fin ya te ire contando como va todo y ahora que tengo mas tiempo ire mirando sitios para poder quedar y en cuanto me ponga bien lo hacemos.

Bueno guapeton, se bueno y no trabajes mucho

Un besico
"