miércoles, 29 de junio de 2011

-amor in(die)posible-

(to "Clara")

La primera actuación corre a cargo de una banda local, cinco chavales de aspecto "emo" despachan los cuarenta minutos iniciales del Festival con más voluntad que pericia...
Aquí estoy sólo, llevo esperando casi una hora... a estas alturas de la película debería asumir que me han dado plantón (no se puede fiar uno de estos gafapastas), por suerte el vendedor ambulante de bebidas (dos cervezas más y me nombrará "cliente del mes") no se aleja demasiado de mi posición junto a la torre de sonido.

Durante el segundo concierto (unos ingleses muy majetes) me fijo fugazmente en ella, pasa delante de mí acompañada de dos chicos y su estilo (amén de cierto gesto suyo adorable que capté al vuelo) me cautiva a primera vista.
Pasa y se pierde entre la gente, desaparece...


Mientras un prestigioso (y neurótico) cantautor pop repasa sus últimos dos (soporíferos) discos recibo (¡por fin!) un mensaje de Pedro, mi colega gafapasta: "ya hemos llegado, ¿dónde te metes?"
Le envío mis coordenadas, compro otra lata de Mahou Clásica y me pregunto qué le parecerá a Pedro (tan meticulosamente indie) que haya acudido a un Festi popero con mi vieja camiseta de Guns n’Roses...

Escuchando la letra de la canción que suena recuerdo entre risas cierto sketch de José Mota de la pasada nochevieja... pero todo se detiene en el preciso instante en que ella regresa a mi zona de la pista, esta vez sola.
Enciende un cigarro y se pone a mirar al escenario con gran interés.

La observo de la cabeza a los pies... me gusta lo que veo y decido abordarla.
No sé qué le voy a decir pero avanzo con decisión, apuro la lata y la arrojo a una lejana papelera tocando tablero, aro... ¡canasta!. Estoy a cinco metros de ella cuando de repente...
"¡Rific, eh Rific!" -grita Pedro acompañado de sus cuatro amigos, por mi conocidos como "Los Talibanes" (aka "Los irreductibles fans de Manta Ray")- "¡por fin te encontramos! Jaja, eres de lo que no hay -me señala buscando la complicidad de su cuadrilla- mirad al rockero trasnochado en la Corte del Rey del Pop..."
"¿Ese no era Michael Jackson? -contesto sonriendo- ... nunca podrás perdonarme que use lentillas, ¿verdad?"

Saludo a sus amigos (uno de ellos lleva una camiseta de Arcade Fire, ¡no está todo perdido!), escucho las excusas de Pedro por su retraso y cuando me quiero dar cuenta me vuelvo buscando a la chica del cigarro... pero se ha largado.


Media hora después tomamos posiciones privilegiadas cerca del escenario para ver a uno de los presuntos platos fuertes del festival... el cuarteto sale al escenario y un maravilloso escalofrío recorre mi espina dorsal: la bajista del grupo no es otra que la chica a la que he estado a punto de entrar minutos antes...

A lo largo de la siguiente hora gran parte del público masculino se queda boquiabierto observando el contundente despliegue de facultades, poses y fantástico ruido de mi "amiga" la bajista.

No es justo, yo la vi primero...


lunes, 13 de junio de 2011

Versos Expropiados ("una llama eterna")

Hace muchos años, la canción "Eternal Flame" de las BANGLES fue número uno mundial... y entre las niñas de mi cole provocó cierto histérico furor.

La tarareaban constantemente, canturreaban (con los ojos en blanco, en trance) a su manera la letra sin entender nada de lo que decían... hasta que un día Alicia, antes de empezar la soporífera clase de lengua, se giró en el pupitre y me pidió (ya que yo sabía inglés) que le sacase la letra de la canción, etc...

No fue una tarea difícil, la dicción de (la maravillosa) Susanna Hoffs era perfectamente comprensible para mi infantil y escaso dominio del idioma.
Yo tenía la canción grabada de la radio así que esa misma tarde en mi habitación saqué papel cuadriculado, boli verde... pulsé el "play" y anoté: close your eyes / give me your hand, darling / do you feel my heart beating? / do you understand? / do you feel the same? / am I only dreaming? / is this burning an eternal flame...


Al día siguiente le entregué el manuscrito pero no le pareció suficiente: "¡Pero si está en inglés! -protestó- ¡No entiendo nada! Tradúcemela anda..."

Así que me tiré la siguiente soporífera clase de lengua pasando el texto a cristiano: "cierra los ojos / dame tu mano, querida / ¿sientes el latir de mi corazón? / ¿lo comprendes? / ¿sientes lo mismo? / ¿o tan sólo estoy soñando? / está ardiendo una llama eterna..."

"Menuda cursilada", pensé... y reconozco que me sentí un pelín incómodo poniendo por escrito semejantes frases, pero en mi (absoluta) inocencia de la época no le dí mayor importancia.
Acabé la traducción y le entregué el segundo papel... favor más que cumplido, ¡la canción por duplicado!

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Un par de días después Alicia extendió por mi clase el rumor de que yo le había escrito una carta de amor. Una especie de extraño poema de rima asonante plasmado en papel cuadriculado, escrito en desgarradora tinta verde...

Ese mismo recreo me acerqué a ella indignado y le pedí explicaciones, pero ella pasó olímpicamente de mí y aquel rumor acabó perviviendo el resto de la Educación General Básica adquiriendo (entre mis compañeros) finalmente la categoría de dogma.

Han pasado siglos desde aquello, sin embargo esta mañana he oído la cancioncita en la radio e inconscientemente he pensado: "pequeña zorra..."


martes, 7 de junio de 2011

Mi Fantasma Favorita...

Hace un par de meses cambiaron todo el suelo de parquet de mi casa y eso ha supuesto dos cosas:
- (una buena) El resultado, estéticamente hablando, es magnífico... puedes ver tu propio reflejo en la reluciente superficie.
- (y otra mala) Mi casa de repente "respira"... o más bien debería decir "tose".

Así es, mi hogar se ha transformado por momentos en un Ser Vivo de lo más inquietante.
Y es que hay partes del suelo que al pisarlas emiten un ligero sonido, una especie de crujido... pero bueno, hasta ahí todo "normal".
El problema es cuando estás sentado en el sofá (o echado en la cama) y de repente escuchas esos mismos sonidos... sin que nadie esté caminando por la casa.

Desde un principio he pensado que con el suelo nuevo está sucediendo como con esas bolsas de plástico que se conservan dobladas o hechas una pelota, que al ponerlas encima de la mesa tienden a abrirse solas, lentamente... crepitando.

Aquí el pie presionaría una parte aún no del todo encajada (o apenas usada) en la nueva estructura... dicha zona se hundiría para acabar regresando poco a poco a su posición original... el rozamiento sería lento pero inevitablemente se produciría, acompañándolo a veces el ruidito de marras.
Eso es lo que (sin ninguna malicia) he pensado desde el principio.

Pero cierta noche de la semana pasada yo estaba echado en un diván del salón, leyendo, cuando a escasos metros el estruendo (como una traca) que espontáneamente produjo mi suelo fue de lo más llamativo... marcando vívidamente la secuencia de los firmes pasos de "algo"... o "alguien".


Sé que no hace falta que lo diga, pero en el salón no había nadie.
Lo que sí creo necesario comentar es el repentino frío que invadió la habitación (sacudiendo lo que hasta el momento había sido una noche de lo más calurosa)... un frío aquel tan extraño, como efímero.

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El viernes por la noche subí a una chica a casa, no tardamos en ir a la cama... era tarde así que no puse música ni nada, silencio total.
Mientras follábamos, haciendo los coros a sus jadeos escuché un par de veces los famosos crujidos... y más tarde, charlando en la cama, la chica se sobresaltó un par de veces al oír "algo así como chasquidos" procedentes del pasillo (de hecho lo primero que comentó fue si yo tenía un gato)...
"En tu casa hay unos ruiditos muy raros, eh", me dijo, tapándose con la sábana hasta los ojos.
"Tranquila mujer –respondí- es que han puesto nuevo el parquet y ya se sabe..."

"Ya se sabe". Con esa enigmática coletilla se ve que conseguí apaciguarla un poco, pero no demasiado... de hecho acabó insistiendo en que mejor se iba a dormir a su casa, cosa que no le impedí en absoluto.


"Ya se sabe, ¿no?". Por primera vez experimenté el desasosiego propio de quien se siente observado por unos ojos invisibles...

"Y es que ya se sabe". Inevitablemente empecé a barajar posibles rostros y nombres para mis particulares compañeros de piso... y a raíz del boicot sexual que había sufrido esa misma noche (con tanto inoportuno ruido casero), me incliné por adjudicar su autoría a un par de chicas de mi pasado reciente...

A la mañana siguiente, al igual que otras tantas ocasiones durante los cinco meses anteriores, llamé (no sin miedo) al número de una de las chicas "sospechosas"... pero nada parece haber cambiado desde el pasado Enero cuando recibí aquel último mensaje en el que alguien de su entorno me comunicaba lo grave que se encontraba...
Sonaron varios tonos... Silencio.

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El domingo por la noche salí con otra chica (Marta) y durante la tercera ronda de cervezas ella se animó a sacar el tema de cierta experiencia extraña que había tenido recientemente en su casa.
Se encontraba con una amiga un sábado noche, bebiendo con la TV puesta... de repente encontraron un canal de esos que anuncian sexo de madrugada y (entre risas) Marta sacó el móvil para, usando su grabadora, registrar uno de esos comerciales y enviarselo en un sms a su hermana, que andaba el finde fuera sola y (supuestamente) necesitada de compañía masculina...

En aquel momento no se dieron cuenta, pero a la mañana siguiente escuchando el mensaje, sobre las frases del anuncio sexual pudieron escuchar (con absoluta claridad) una sobrecogedora voz grave masculina que decía: "Patricia... Patricia..."
(Así se llamaba la hermana de Marta)


Nuestra conversación acabó degenerando en un (por momentos) escalofriante intercambio de historias para no dormir... ella recordó otros episodios inexplicables acaecidos en su casa del pueblo y yo (entre otras cosas) le conté mi situación actual de extraña convivencia con los misteriosos ruidos del suelo.

"Con ésto que me acabas de contar no pretenderás invitarme a tu casa, ¿verdad?", preguntó...
"¿Y si fueramos a la Iglesia de guardia por un poco de agua bendita?", fue lo único que se me ocurrió decir...

Más tarde nos despedimos bajo un soportal (se puso a llover a cántaros) y ella me aseguró que después de todo lo que habíamos hablado le iba a costar mucho conciliar el sueño... "ya ves tío, estos temas me encantan... pero en el fondo soy una acojonada de la vida", admitió.
"Bueno... -concluí- ...si por un casual las pesadillas tuvieran que ver (sólo en ese caso) con algo que yo te haya podido contar antes... aceptaría que me despertases de madrugada para reprochármelo..."
"¡No dudes que lo haré!", fue su frase final antes de ponerse la capucha, besarme y lanzarse a la calle con paso ligero.

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Esa misma madrugada me desvelé bastante, me levanté un par de veces al servicio, beber agua... y en sendas ocasiones, mientras me movía por el pasillo, saludé en voz alta (por los nombres que el otro día adjudiqué) a mis supuestas compañeras de piso.

Puse la radio, me dieron las 3, 3:30... imposible dormir...

De repente, a las 3:44, recibo un sms... sonrío imaginando a Marta, también desvelada cagándose en mis historias de fantasmas, enviándome ese mensaje convenido poniéndome a caer de un burro...
Extendí el brazo para agarrar el móvil situado en la mesita de noche y ver lo que me había puesto... pero el sms no era de Marta.

Un escalofrío recorrió mi espalda al ver en la pantalla el nombre de la remitente... ¡la "sospechosa" desaparecida del mapa desde Enero!

Con mano temblorosa (sin poder evitar que mi imaginación derrape), tomé aire y pulsé la tecla que muestra el contenido... un escueto (y maravilloso): "¡He vuelto!"

Una sospechosa menos...


Scissor Sisters - Invisible Light from CANADA on Vimeo.

miércoles, 1 de junio de 2011

Mi gran boda Vasca

De un tiempo a esta parte, cada vez que recibo una nueva invitación de boda (una especie de fiebre, esa de casarse, entre aquellos que me rodean) la recibo con cierta pereza o fastidio... pero en esta ocasión no me importa asistir ya que el evento tiene lugar en la que es (probablemente) mi ciudad favorita del mundo: Donosti.

Se casa una de mis numerosas primas de allí, es una boda familiar así que apenas conozco a nadie de entre la juventud asistente (amigos/as de los novios) con lo que me limito a charlar con primos, tíos y demás parentela... todo muy tranquilito.
La tregua dura hasta el arranque del baile y la barra libre, es entonces cuando suena un "click" en mi cerebro y (olvidándome incluso de la presencia de mis pobres padres) me disperso en plena batalla.

Durante las primeras tres copas observo a las chicas que se mueven por la pista y localizo a unas cuantas de lo más interesante... intento distinguir quiénes van acompañadas para no hacer el ridículo abordándolas y comento la jugada con uno de mis primos (al que no hay manera humana de despegar de la barra): "ni lo sueñes, con las neskas de Donosti está la cosa de lo más jodida... aquí ligar es chunguísimo"


De repente, el DJ de la fiesta agarra el micro y antes de poner una canción exclama una frase (para mi) providencial: "dedico esta canción a las amigas de la novia, sólo ellas saben lo que ha podido pasar en Sevilla... ¡Qué peligro tenéis!"

Y entonces arranca la inevitable "Vivir así es morir de Amor" de Camilo Sesto y un grupo de chicas enloquecen haciendo corrillo junto a la novia, ejecutando (torpes, pero divertidas) una especie de coreografía muy familiar para la cuadrilla...
...el sugerente gesto que una de ellas hace regodeándose en la palabra "melancolíííííaaaaa" la convierte en mi objetivo número uno.

Acabada la canción y dispersado el corrillo me acerco a ella copa en mano y le pregunto: "¿tú también eres de las que han ido a Sevilla?".
(Si mi corazonada no falla ese debería ser -por las reacciones que he observado- el lugar donde las amigas han estado de despedida de soltera)
"¡Pues sí!" -exclama con entusiasmo- "nos lo pasamos genial, fue un finde de traca..."

El Tanqueray con tónica comienza a saberme a gloria tras comprobar que mi teoría es cierta, sigo hablando con ella un rato (un tema como ese da mucho juego) pero cuando llego a esa parte en la que empiezo a interesarme por cosas suyas personales... le da por recular y hablarme de su novio, al que comienza a buscar por la sala nerviosamente con la mirada...
(Me he precipitado -pienso- debí haberme fijado antes en que esta chica iba acompañada del musculitos aquel)


Regreso a la barra. "Buen intento, se te ve suelto.. pero insisto: aquí no hay quien folle", sentencia nuevamente mi primo, quien al parecer está pasando la tarde entretenido exclusivamente (por este orden) en mamarse y observar mis correrías.

La siguiente hora hago la misma "pregunta sevillana" a otro par de chicas pero ninguna parece interesada en prolongar la charla en exceso... se acaba el baile y nos llevan a todos a la orilla contraria del Urumea, a seguir la fiesta en otro local.

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Con la llegada de la noche parece que mi suerte cambia... ¡y precisamente con una amiga de la novia que no fue a Sevilla!
Es de Madrid, rubia y de bastante buen ver... por lo visto fue compañera de piso de mi prima en Londres un verano hace años (buenas amigas a pesar del tiempo transcurrido y la distancia)... hablamos un buen rato, me intereso por su estado civil, sus planes para el resto de la noche, dónde se aloja... y responde a todo enviando señales favorables, cuando no coqueteando descaradamente.

Y en esto que por sorpresa irrumpe la novia (aún vestida de blanco) y se mete en nuestra conversación... reimos los tres juntos unos minutos, comentando anécdotas de la ceremonia, el banquete, etc... hasta que sin venir a cuento mi prima agarra del brazo a la madrileña para llevársela donde están el resto de amigas.
"¿Qué haces?" -protesta la rubia que no fue a Sevilla, tratando de zafarse- "ya iré, que ahora estoy aquí muy bien..."
Mi prima intenta ser discreta, se la lleva dos pasos más atrás, procura hablar bajito pero no consigue evitar que su "¿pero qué estás haciendo? ¡Si mi primo es un crío!" llegue a mis oídos.

(¿Un crío? No me lo puedo creer... yo tengo casi 33 años, mi prima 37... su amiga tendrá 36 como mucho... ¿son imaginaciones mías o está acusándola de asaltacunas cuando ambos tenemos edad de haber visto jugar a Arkonada?)

La madrileña protesta en voz baja, su rostro refleja una mal disimulada mueca de contrariedad... mi prima ejerce (algo así como) un derecho a veto y en virtud del poder otorgado por su inmaculado vestido nupcial, agarra de nuevo el brazo de su amiga, decretando: "¡tú a mi primito no te lo follas!"
Punto.


Y se la llevaron de mi lado...
A la salida del bar la cuadrilla femenina marcha al completo al Bataplan... dos primos y yo continuamos la timba en lo Viejo.

Allí una chica me ofreció fumar de un canuto que lió con marihuana procedente de sus tetas (ahí metió su mano sacando el ingrediente estrella), pero esa es otra historia...