domingo, 27 de enero de 2013

DORMIR "COMO AMIGOS" (El nacimiento de Mr.Rific)

Hacía relativamente poco que Carlota y yo nos habíamos liado por última vez, tan poco... que aunque ambos habíamos decidido no seguir así y continuar nuestra relación en tono estrictamente amistoso, a la mínima oportunidad (o a la tercera/cuarta cerveza) nos asaltaban las dudas.

Así que (sabiamente) decidimos poner un poco de distancia, dejando de hablar y de quedar durante casi un par de meses.
En ese tiempo ella se independizó, comprando un pequeño apartamento en un pueblo de las afueras.

Una tarde de viernes en verano, me llamó para tomar un café y durante la conversación surgió el tema del piso. Sin que yo dijera nada se ofreció a llevarme hasta allí en su coche para enseñármelo.
La casa apenas tenía cuatro muebles y según me dijo tan solo había dormido allí una noche desde que le dieron las llaves.


Sacó del frigo un par de botellines de cerveza y nos los tomamos en la terraza, disfrutando de las vistas... de repente se hizo de noche y comenté que ya era hora de que me acercara de vuelta a la civilización, ella se estiró mostrando pereza y tras mostrarse extrañamente pensativa dijo: "oye, ¿y por qué no te quedas a dormir y te llevo mañana prontito cuando baje a la ciudad?"

Juro que no me esperaba aquella salida, Carlota jamás fue lanzada ni especialmente sexual, era la reina del magreo pero NUNCA llegaba hasta el final.
Había gato encerrado.

"Ok, acepto tu sofá, tiene bastante buena pinta", dije... pero ella sin inmutarse contestó que no, que menuda bobada, que podríamos compartir cama sin problema...

Aquel momento fue histórico, por primera vez en mi vida intimando con una chica decidí no saltar al vacío... es más, elaboré una estrategia.

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"No harás nada Rific, ¿me oyes? -me repetí a mí mismo en silencio en aquella terraza una y otra vez- Nada de nada..."

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Ella salió de su habitación con el pijama puesto, vimos un rato la tele, picamos algo y fuimos al dormitorio. Me prestó una camiseta grande de Bart Simpson, me quedé en calzoncillos y me la puse... nos metimos en la cama y siguiendo mi plan dije "buenas noches", me giré ofreciendo la espalda y cerré los ojos.

Silencio...

Apenas pegué ojo, no pude evitar excitarme. Carlota me gustaba, estaba bastante rica pero me tenía harto, siempre hacía lo mismo... te acercabas a ella y te repelía, ibas a besarla y protestaba o se resistía, la tocabas y parecía que molestabas... al final conseguías algo (migajas) pero a base de insistir y sentirte como un usurpador, como un pordiosero que obtiene una limosna a regañadientes de quien la entrega.
Atraer a los chicos para después pararles los pies, el deporte favorito de Carlota.


Aquella noche jugaríamos en su casa pero, para variar, con mis normas.

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A la mañana siguiente, cuando nos despertamos, yo tenía una erección de campeonato pero supe camuflarla. Desayunamos en la terraza y ella me miraba fijamente, sin disimular que algo se escapaba a su entendimiento...
"Sí... -pensé mientras encendía el primer cigarrillo del día- ...esto marcha"

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La semana siguiente Carlota y yo no hablamos nada, pero al llegar el viernes propuse que tomáramos un cafelito en el mismo bar de la vez anterior.

Nuevamente, con la excusa de que echara una mano cargando con unas cajas, insistió en que la acompañara al piso del pueblo... otra vez los botellines en la terraza, las luces a lo lejos... y mi insistencia en que ya era hora de regresar, rechazada con otra propuesta de hacer noche allí con ella.
Acepté, sintiendo un escalofrío al comprobar que todo estaba saliendo según lo previsto...

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Déjà vu. Ella salió del cuarto con el mismo pijama, vimos media peli que echaban en Antena 3, picamos unas patatas fritas y fuimos al dormitorio. Me prestó la camiseta de Bart, nos metimos en la cama y siguiendo mi plan dije "buenas noches", pero no me giré ofreciendo la espalda... sin perderle la cara, le di un fugaz beso en la comisura de los labios y quedándome quieto frente a ella puse una mano sobre su cadera.

Apenas tardó diez segundos en acercarse a abrazarme. Puse mi cara a un centímetro de la suya, pero no moví un músculo... fue ella quien me besó. Mi mano seguía inmóvil sobre su cadera, fue ella quien la acercó hacia su pecho...


Dos minutos después estábamos completamente desnudos, haciendo (para mi sorpresa) un suculento sesenta y nueve.

Curioso, pero gracias a no abalanzarme en la cama sobre "la Doctora No" la semana anterior (dejándola sumamente descolocada, sin poder poner en práctica su papel de inapetente ultrajada) pude volver a ser invitado a meterme en ella un par de noches más... y siendo precisamente Carlota quien (por una cochina vez) tomara la iniciativa.

Así fue como Mr. Rific nació, cierto viernes de verano.



miércoles, 16 de enero de 2013

(Entre tú y yo) UNA PIEDRA SEMIPRECIOSA ES PARA SIEMPRE -Como Una Putilla, 2ª parte-

A la salida de un centro comercial me sorprende la lluvia. Corro unos metros hacia la abarrotada marquesina donde se detienen los buses urbanos y mira tú por donde... allí coincido con la protagonista de una reciente entrada de este blog ("Como una putilla"): ¡Marga!

"¡Hola Marga, feliz año! -saludo- ¡Qué casualidad! No nos veíamos desde aquel chisme que tomamos hace casi un mes, tampoco hemos coincidido en el messenger... ¿qué tal te va todo?"

Ella pone cara de sorpresa pero no parece demasiado contrariada por nuestro encontronazo.

"¡Hola Rific! -dice sin soltar el par de bolsas que lleva sujetas como si fueran cristales de Bohemia- Feliz año a ti también... pues sí, yo no he podido conectarme porque me bloquearon la contraseña, ¡menos mal que la he conseguido recuperar!"
"Vaya por dios... -finjo creerla- creo recordar que te envié un mail un día para ver qué tal estabas, felicitarte las fiestas, etc"
"Pues no lo he visto, además he borrado muchos que tenía..."
"¿Y quién crees que te hizo esa faena? Menudo rollo..."
"Pues no sé, estuve mirando un correo con el que me vacilaba mi ex... y ni idea, creo que me robaron la contraseña o algo..."

"Bueno -decido no dar más cuartelillo a una excusa tan peregrina- una pena no haberte pillado conectada durante las fiestas, podríamos haber tomado algo..."
Ella empieza a reirse de manera nerviosa... "¡Pero si me acabo de echar novio! ¡Llevo con él más de quince días!"
"¡Anda! ¿Y eso? ¿De dónde ha salido? -exagero una cara de decepción y aparentando fastidio exclamo- ¡Se me han adelantado!"
"Pues es amigo de mi ex... ahí está el problema, que tengo la relación a ocultas..."
"Uff... es un lío, sí. La verdad es que tiene su morbillo quizas al principio, pero a la larga es un problema..."


"¡Y tanto!, no veas... quedé con mi ex para unas cosas del coche y tal... luego fuimos a casa de un amigo suyo y estaban todos los demás... no sé, le gusté al chico, y nos estuvimos haciendo manitas y piececitos debajo de la mesa... él se atrevió porque iba algo bebido, de otro modo no se atrevería. Y como delante de todos dije que ya no estaba con éste, pues así a lo bobo como él tenia mi teléfono de un dia que se lo pidió a mi ex para que le presentara alguna amiga porque le dejó la novia de ocho años... pues eso, como tenía mi número ese mismo dia cuando llegué a casa me escribió"

"¿Y a ti te gusta?", pregunto, porque a estas alturas de la película, de semejante chica se puede esperar cualquier cosa.
"Me encanta, le quiero muchisimo... y él a mi, dice que nunca habia querido tanto a nadie, dice que me ha cogido a mi más cariño en cuatro dias que a su ex en ocho años"
"Bueno, me alegro... pero ten cuidado, hay mucha gente que al salir rebotada de una relación larga luego le entran unas extrañas prisas y quieren hacer en cuatro días lo que no salió adelante en muchos años... no pocas veces producto del despecho"

"Sí pero si él me quiere... -prosigue con lo suyo- nos hemos visto todos los dias... y no, ¡qué va! De su ex no estaba enamorado, dice que de ella nunca estuvo enamorado"
"Pues chica, no sé... qué quieres que te diga -Marga me cansa y decido polemizar- si no estuvo enamorado a lo largo de ocho años de relación, o miente cuando afirma eso... o de ser cierto dice muy poco en su favor, como persona..."

"Ya, pero de mi sí lo está -pasa por alto todo cuanto yo le diga, Marga es genial- se vuelca muchisimo, además me echa gasolina al coche"
"Bueno, esos detalles son secundarios ¿no?, lo de la gasolina y tal..."
"Ya, pero yo sé que me quiere mucho, yo te digo que conmigo se porta de puta madre, ayer me vino a buscar y fuimos a su casa y me llevó otra vez para la mía... está muy bueno, a mi me encanta, además es el que más liga, es alto, ojos verdes, buen cuerpo... no sé, a ese chico lo conoci cuando yo estaba con mi ex y le pregunté a mi ex si ese chico tenía novia, solo por curiosidad porque le vi muy guapo... y me dijo que sí tenia novia, pero hacía mes y pico que la novia le dejó..."

Interrumpo el cantar de gesta.
"Cuáles fueron los motivos para que le dejara?"

"Pues porque ella no veia futuro con él, porque fumaba muchos porros y bebia... y tenia mal temperamento -mi cara es un poema- pero lo ha dejado eh, nada de porros, y conmigo ya no bebe, yo no le dejo fumar porros"
("Claro, sólo bebió aquel día cuando te entró", pienso)
"¡Menos mal!" -digo, encogiéndome de hombros- ¡A ver si dura!"
"Sí sí, conmigo sí ha cambiado, incluso me lo ha dicho un amigo suyo... además, es un chico muy trabajador, ¡tiene su piso ya pagado con 31 años que tiene! La putada es lo de esconderse... de todas formas todos los amigos de mi ex saben lo nuestro y dicen que no van a decir nada porque como se entere mi ex que sigue super enamorado de mi se va a armar gorda... y mi novio no se va a dejar pegar, lo tiene bien claro..."


"Bueno, si lo vuestro finalmente no es una simple aventura y prospera, es cuestión de tiempo que se acabe destapando el asunto"
"Uff, no quiero que se entere, es que mi ex me ha regalado por mi cumple una piedra que cuesta 90 euros, que es semipreciosa, para un colgante... y me lo ha puesto en oro... y me ha dicho mi novio que no se lo coja o que le dé el dinero que ya me lo da él, que pasa de que lleve algo que me ha regalado otro..."

Algo no me cuadra.
"Mmm, ¿cuánto hace de eso?"
"Poco, y ahora ya lo tiene hecho el joyero, tengo que ir a buscarlo"
"Yo no creo que aceptase un regalo asi de una ex ni de nadie que suponga un compromiso semejante..."
"Ya se lo he dicho, que no quiero, pero dice que ya está comprado, que le da igual que no estemos juntos que él me sigue queriendo más que a su vida... y me ha dicho mi novio que le tire el dinero, que se lo pague para que no se haga ilusiones y que ya me lo da él lo que le haya costado a mi ex la piedra..."

Alucino, Marga es... me muerdo la lengua y profundizo en el sórdido asunto del joyero.
"Pues visto desde fuera, parece que os estáis complicando la vida sin necesidad, con no aceptar la joya se acaba la discusión"
"Lo que pasa es que el joyero ya me lo ha puesto en oro, y el oro lo voy a poner yo de un anillo que tengo que quiero reciclar que es de oro y no me le pongo porque ya no me gusta... es que se me perdió hace poco una cadena con una piedra biselada en oro que me regaló mi padre, todo valorado en más de 800 euros... porque la cadena costaba ya los 500 euros, era gorda de oro, la piedra era semipreciosa, pesaba lo suyo... y se ve que quien se lo encontró le gustó, puse carteles y no me lo han devuelto..."

"Bueno, esto que me cuentas es una desgracia, mala suerte haber perdido una joya valiosa.,.. pero eso no significa que ahora tengas que aceptar un regalo envenenado. Cosas así, viniendo además de quien vienen, se aceptan o no se aceptan... y si se acepta das a entender algo, quieras o no. A tu ex desde luego no le hace ningún favor..."

Me interrumpe:
"Se lo he dicho, que él y yo no tenemos nada, él sabe q estoy con otro, lo que no sabe es que estoy con su amigo... ¿sabes lo que nos pasó? Éste y yo fuimos al Burguer King y nos vieron unos de su pueblo que le conocen... y uno fue diciendo que le habian visto a éste con una pedazo tia de la hostia... se lo dijo a su hermano y su hermano se lo dijo a un amigo de mi novio... y el amigo de mi novio se lo dijo a mi ex, y mi ex llamó a mi novio para preguntarle con qué tía estaba, que le habian visto -recalca orgullosa- con una pedazo tia de la hostia... y el amigo de este le dijo a mi ex que si era yo... lo que pasa es que mi ex no se lo creyó y mi novio dijo que le iba a reventar la cabeza por decir lo que no tenia que decir... vamos, ¡un lío!"

Hablar con Marga es tan jodido como fascinante, su historia no podría interesarme menos pero no me resisto a indagar para ver hasta dónde es capaz de llegar...
"Vivimos en una ciudad pequeña, ¡las posibilidades de esconderse con éxito son mínimas!"
"La leche, ya ves que el rumor corrió hasta mi ex, si supiera mi ex que ese pedazo tia de la hostia que le han dicho soy yo... uff, le da un síncope"

"Pues yo en cambio tengo dudas de si el síncope se lo llevará cuando se entere de que estás con él... o cuando vea que en las circunstancias actuales aceptas la joya que quiere regalarte"


"¡Más por saber que estoy con él! Porque el ya sabe que estoy con otro, que no es tonto, lo de la joya dice que no quiere que le dé dinero, que es mi regalo de cumpleaños..."
"Tú misma, pero sigo pensando que es poco ético aceptarlo"
"Ya, pero no sé cómo hacerlo, porque el trabajo del joyero ya está hecho y el dinero no quiere cogérmelo... y ahora va a encargar al mismo joyero un grabado con su nombre y el mio y una esclava también grabada que me la va a dar... pero vamos, yo supongo que debe andar conociendo otras chicas, está hecho a la idea de que es dificil que volvamos, pero sigue llamándome porque no puede olvidarse de mi, eso dice...no le cojo el teléfono pero él sigue llamando mucho..."

"No haces ningún favor a tu ex siguiendo en su vida de esa manera, sin hacer caso a sus llamadas para que vuelvas con él pero sí para el tema de la piedra semipreciosa... ¿y además una esclava?"
"Pero es que mi novio de ahora -confirmado, no escucha nada de lo que le digo- él solo quiere estar conmigo todo el rato, me ha pedido que me vaya a vivir con él o que nos casemos"
"¿Y qué le has dicho, ya tenéis fecha?", no sé por qué pero no me extrañaría que la tuvieran...

"Pues que todavia no, dice que él ya tiene el piso pagado y todo, que solo le quedan dos meses de hipoteca, que él pone la comida... bueno, y los gastos de la casa"
"¡Te veo haciendo la maleta en breve!"
"Jaja, ¿y qué le digo a mi padre? No no, yo antes me caso, ya se lo he dicho... ¡que yo me caso! Mira, vivo en su casa, él me da de comer y tendría los mismos gastos que ahora... a mi nadie me paga nada, ni el coche, ni mis gastos, ni mis clases, desde los diecinueve años que no me dan dinero... y si él pone casa y comida pues podria ahorrar"

No entiendo absolutamente nada, ¿se lo pagan todo pero nunca le dan dinero? ¿O lo de la gasolina, las joyas, el alquiler, la manutención... serían meras excepciones irrelevantes?

"En fin, pues tú verás cuánto te interesa que dure el noviazgo antes de pasar por el altar..."
"A ver, también iba a casarme con mi ex y al final nada, le dejé... dice q me sigue queriendo más que a su vida, que aunque esté con otro me sigue llevando en el corazón, que no puede olvidarse de mi... así que a ver qué hago con lo del regalo porque no quiere aceptarme el dinero y yo no puedo pagárselo ahora, ¡que ando mal de dinero!"

De repente llega mi autobús así que me veo obligado a despedirme sin profundizar más en la cuestión.
Muá muá, a ver si coincidimos por internet y me cuentas el desenlace del culebrón, etc... subo y mientras me sitúo de pie por la zona media del vehículo no puedo evitar mascullar para mis adentros: "sí sí, totalmente, como una putilla... ¡no mentía!"


jueves, 10 de enero de 2013

OTRA "EXCUSA" MÁS PARA NO SALIR CONMIGO...

La semana pasada quedé con una chica en que me llamaría el sábado para salir por la noche... pero finalmente no tuve noticias de ella.
Entre que no es la primera vez que a la hora de la verdad no da señales de vida... y que en esos casos no me gusta atosigar ni pedir explicaciones, lo dejé estar sin darle mayor importancia.
Otra vez será.

Sin embargo, ayer miércoles recibí un correo electrónico suyo... tan sorprendente como siniestro.
A continuación, un extracto:

"hola Rific, ¿qué tal estas?
Bueno, yo por aqui ando... secuestraron a mi padre el viernes, un secuestro express.
Salió a andar y tuvo la mala suerte que se encontró un coche, un hombre le dijo me ayuda a poner la palanca del coche es que no puedo ponerla y mi padre le dijo que sí. Se sento en el coche, salió otro compinche y se lo llevaron, condujeron hasta un pueblo de las afueras y lo mandaron ir a su banco para que sacara dinero.
Cuando les dio el dinero le dejaron alli en el pueblo y le tocó bajar andando.
En fin, mira como empezamos el año y que reyes hemos tenido, por eso no te dije el sábado de quedar porque estábamos... que no te lo puedes imaginar, no crees..........
"



Hoy la he llamado por teléfono interesándome por la situación y me ha dicho que su padre se encuentra bien, los maleantes (aparte de sacarle 2000 euros) no le hicieron daño físico.

Pero vamos, que esa "excusa" (¡un secuestro!) todavía no me la habían puesto para justificar un plantón.

Con razón me decidí cierto día a comenzar un blog donde poder dejar constancia de todas estas cosas, a veces tan increibles...



viernes, 4 de enero de 2013

"El Amor en tiempos del WI-FI"

Hace años quedé dos o tres veces con una chica que tenía novio. Supuestamente estaba todo el día a la gresca con él y bastante descontenta, siempre a punto de dejarlo... pero jamás daba el paso, lo cual a mí (sinceramente) me traía sin cuidado.

Curiosamente mi paciencia con ella conoció su límite cierta noche de enero, similar a esta... y no por el hecho de que yo fuera un mero pasatiempo... o me usara para vengarse de supuestas infidelidades del novio, etc... no, me acabé hartando por culpa de ella y su puto móvil.

Aquella noche de sábado me llamó para quedar y tomar algo. Apareció en el bar con el teléfono en la oreja y tardó entre diez y quince minutos en colgar.
Venía rebotada, había discutido con el chico y nuevamente usaba el "Comodín Rific" para distraerse creyendo que así daba en los morros al otro.

De cumplirse el guión acostumbrado acabaríamos metiéndonos mano en su coche o quizás (dependiendo del grado de cabreo) follando.


Lamentablemente cada dos por tres su móvil sonaba... nuestra conversación era constantemente interrumpida por mensajes del fulano seguidas de la ("espera un momento que contesto a este capullo", me decía) IMPRESCINDIBLE respuesta.

Varias veces se repitió la pantomima... hasta que le dije que ya estaba bien, que por favor pasara del cacharro de una vez, se relajase y disfrutara de la cerveza.
Ni caso, recibió otro sms y me dijo que esperara, que ese lo tenía que contestar, que se iba a enterar... se levantó para irse a una esquina y llamarlo.

Yo hice lo propio hacia la barra, pagué las dos cañas y me largué.

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Desde que existe el whatsapp he tenido suerte de tener citas con usuarias del invento bastante bien educadas. Solo recuerdo a una que cada dos por tres estaba pendiente del enorme teléfono y dejaba frases en el aire (mías y suyas) para contestar algun mensajito o retwittear cualquier chorrada.

Por la cara que ponía estaba muy pendiente de lo que le enviara alguien en particular... le pregunté con quién se escribía tanto y me dijo que sus padres, que eran muy protectores.

Sí, los Reyes Magos, no te jode...


En aquel preciso instante supe que me mentía y descarté todo intento de meter el morro. Y mira que estaba buena, pero para ciertas cosas es necesaria cierta mínima concentración...


Nuevamente, tres (o más, quien sabe) fueron multitud.

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El caso es que últimamente veo a demasiada gente enganchada con esa tecnología. Reconozco sus ventajas pero desde el momento en que el móvil se convierte en una extensión natural de tu brazo...y tu vista no aguanta más de medio minuto sin mirar (aunque sea de reojo) la pantalla... mal asunto.

Llevo tiempo observando a parejas en bares, ellas recostadas sobre sus chicos, ellos las abrazan desde atrás... ellas con el móvil en la mano moviendo los dedos... ellos mirando la pantallita por encima del hombro de la chica (o aprovechando para mirar a hurtadillas el fútbol en la TV del local)... en silencio.

También muchas parejas (o grupos de amigos) cenando en algún sitio, la una frente al otro, cada uno con su móvil en la mano, concentrados en eso, ni una maldita palabra...

El sábado noche pasado cerca de mi portal vi un chavalín borracho de (como máximo) dieciséis años, tirado en una esquina acabando de vomitar... terminó de echarlo todo y lo primero que hizo fue agarrar el pedazo móvil y pasar los dedos compulsivamente por la pantalla.
Seguí mi camino pensando "¿habrá tenido los santos cojones de sacar una foto de su obra de arte, compartiendo así tan poético instante con sus colegas adjuntándola a través del whatsapp?"

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Después en un bar, me fijé en una joven pareja que ocupaba la mesa más cercana a la mía



Él hablaba de vez en cuando pero ella no lo miraba, permanecía aferrada al móvil sin levantar la vista hacia su acompañante... de vez en cuando ella le invitaba a que mirara algo de lo que mostraba la pantalla y él se acercaba obediente, luego se reía... "será algo gracioso que te cagas... o simplemente se le olvidaron en casa los pantalones al muchacho", pensé, acordándome también de aquella otra a la que dejé tirada en el bar una noche de enero (similar a esta) por no soltar el móvil y pasar olímpicamente de mi culo... "y eso que por aquel entonces el último grito en telefonía móvil era el Alcatel, llega a tener internet o whatsapp y seguro que mientras hablase conmigo jugaría al Apalabrados con otros dos..."

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Inesperadamente, algo sucedió... ¡la nena soltó el móvil!

Lo dejó encima del mantel junto a su taza... a pesar de todo no lo ignoró, apoyó los codos en la mesa y las manos en su cara, manteniendo la mirada caída hacia la hipnótica pantalla.
De repente el chico levantó su brazo sobrevolando las copas, el servilletero y la carta de cocktails y batidos... lo extendió y... ¡agarró el móvil de la chica!

Ella lo miraba frunciendo el ceño, ¿violentada?... él sacaba la punta de la lengua con gesto pícaro mientras tecleaba algo en la pantalla de su reciente captura...

Viendo aquello tuve la sensación de haber presenciado, a estas alturas de siglo, lo que para mi generación era el equivalente a tocar una teta.