viernes, 25 de octubre de 2013

"EL BESO HURACANADO" (OLA K ASE - 2ª parte)

(Viene de la entrada anterior, pinche AQUÍ para verla)


La semana siguiente me olvido completamente de Anamari, vuelvo a saber de ella cierto mediodía en que enciendo el messenger y leo un par de frases que me ha dejado tres horas antes: "olaaaaaaaaa, estás ai?? Te he mandado sms al movil... ya no kieres saber na de mi? Dime, xao... escribeme al movil diciendome lo ke kieras...."

Un par de días después coincidimos conectados, dice que se acuerda de mi, parece bastante animada ante la idea de quedar para tomar algo, insiste en enviarme invitaciones para videollamada pero las rechazo todas.

Anamari es un disco rayado, va a piñón fijo:
"Bueno y ya as conocido a alguien aparte de mi??", pregunta.
"No, qué va, a nadie, ¿y tú?", contesto.
"No, kieres volver a kedar?? Yo busco pareja estable, si no te interesa dimelo", vuelta la burra al trigo.
"Ya, ya sé lo que buscas -tomo aire antes de teclear lo siguiente- yo no me cierro a nada Anamari..."
"Y yo podria ser una posible candidata??? o no???.....", va a saco.
"Jeje, eso se sabrá en su debido momento (icono feliz con la lengua fuera)", revés a dos manos al fondo de la pista.
"Ya, pero mas o menos no lo ves?", raquetazo nuevamente en la línea.
"No me preguntes eso ahora mujer, hay que conocerse...", globo defensivo.
"Ya lo sé, pero a mi me kaiste muy bien sabes...", de repente se interrumpe el partido por la lluvia, ella desaparece del messenger y yo respiro aliviado.

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Enciendo el móvil a las 9 de la mañana del día siguiente y veo que tengo un mensaje suyo, un aviso de que me ha llamado a las 8:35. Todo bastante raro.
A las 9:12 me envía un sms preguntando si puedo quedar a las 11 para un café, nuevamente EL ANSIA... contesto que mejor a las 12, en la puerta del mismo bar de la vez anterior.


Al igual que el primer día empieza a hacerme llamadas perdidas a las 11:53, a pesar de todo no acelero mi paso, llego a las 12:03.

Repite modelito, esa cazadora vaquera, esos zapatos nauticos de niña buena... pedimos dos cafés y nos sentamos en una mesa apartada.

Anamari está a punto de tirar su taza al suelo, le tiemblan las manos... "¿estás bien?", pregunto... "sí, sí -contesta- es que estoy muy nerviosa, no sé por qué, ya ves qué gracioso... pero así es"

Nos sentamos pero sus convulsiones no remiten, "me voy a manchar", susurra tras renunciar (en medio de la operación) a tomar un sorbo de su taza... son las 12:10, pregunto qué tal va todo para que se suelte un poco y consiga relajarse, me habla de un curso de inglés al que se ha apuntado... "hoy por la tarde sacan las listas, a ver en qué nivel me meten porque hice una prueba el otro día y no tenía ni idea!!!"

En la mesa de al lado hay un grupo de cuatro señoras tomando café, pillo a una de ellas espiándonos un par de veces, "quieres espectáculo y lo vas a tener", pienso.

Son las 12:25 y después de un rato de charla intrascendente me arrimo, Anamari pone cara de asombro pero no protesta... pongo una mano sobre su rodilla, poco después la subo hasta rodear su cintura, "¿pero qué es lo que quieres hacer?", me pregunta... "lo sabes de sobra", contesto.

Según me acerco, en Anamari se desata una especie de ataque de risa nerviosa, cuando nuestros labios se encuentran ella comienza a hiperventilar... nuestras lenguas chocan pero su boca es una bomba de aire expulsando gas nervioso, gime mientras sopla, un gemido cada dos segundos... parece una práctica de primeros auxilios.

La señora de la mesa de al lado no quita ojo.
Después del "beso" Anamari se queda sin palabras, literalmente muda. Dejo pasar un minuto para que su gesto (mínimamente) se recomponga y a continuación pongo una excusa para dar fin a la cita.

Salimos a la calle, ella camina rígida como un palo, mirando al frente, zombificada... nos despedimos en una esquina sin tan siquiera tocarnos.

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Apenas veinte minutos después me envía el siguiente mensaje al móvil: "k tal t parecio mi beso? nos olvidams xk sino pinsas casart nunk, yo si kier. dim"
No contesto.

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Esa misma tarde llego a casa, enciendo el ordenador y voy al cuarto de baño... cuando regreso me encuentro las siguientes frases en el messenger: "ola estas ai... ke tal esta mañana ke nome dices nada... y t mandao un sms al llegar a casa... te da cosa decirmelo... eoeoeooe....... bueno ya beo ke pasas de mi suerte... !!!... estas ai???"

Contesto. Escribo que acabo de llegar a casa, que había estado currando...
"okis te llego mi sms al movil???... pero ke te parecio... mi kiss", comenta.
Soy sincero, le digo que no estuvo para nada relajada...

"Lo siento estaba nerviosa...", se defiende... aprovecho para contraatacar preguntando qué le había parecido a ella.
"Muy pasional -dos iconos sonrojados alineados- entonces ya no kedars mas verdad?? Bueno, pus komo veo ke no te intereso suerte... en tu buskeda"


 Decido exprimir el limón hasta la última gota.
"Lo que pasa Anamari es que yo el gran problema que veo a esto... es que no podría estar como tu ex, tanto tiempo sin relaciones... yo no soy asi", mi habitación se inunda de un intenso aroma a azufre.

"Osea ke por lo ke dices te encanto de fisiko y te atraigo... -¡arrea!- ayyyy, yo no estoy para perder el tiempo... a lo mejor tu pero yo ke tu no tardaria muxo en buscar a alguien ke luego se nota..."
"¿Se nota el qué?", pregunto.
"La edad, sera ke soy mujer y los años no perdonan, no kiero rolletessssssssss... !!!!!!!!!!!!... eso es de crios... y ya no lo somos", suenan las trompetas.

"¿Cuantos rollos has tenido en tu vida?", se acabó la fingida cortesía.
"¿Y tu? -saca las uñas- mira borrame, de verdad..."
"No pienso borrarte -avanzo con la lanza en ristre- de hecho quiero volver a besarte, pero esta vez sin que tiembles, soples, ni hagas ruidos raros..."
"Pero ke pasa ke te as enamorado oke... o es ke me deseas... -leo en la pantalla, sin salir de mi asombro- dime si es eso... me caiste bien pero creo ke no vamos por el mismo kamino eso es todo... no te enfades, okis, ya encontraras a tu xika..."

"Pues es una pena que no podamos besarnos más", me la suda todo, no puedo parar.
"Si no tienes pensado casarte un dia con alguien para ke kieres besarme???", Anamari no tira la toalla.
"Porque jamás me habían besado antes así...", no miento, pero no puedo evitar adjuntar un icono sonriente al final de la frase.
"Yo te gusto a ke si...te gusta todo de mi... di la verdad... !!!! ke es lo que más te gusta?... lo se por tu forma de mirarme tan intensa...", Anamari es de otro planeta, flipo.

"¿No tienes curiosidad por el sexo?", prosigo.
"Vamos a ver siiiiiiiiiiiii... pero no kiero tener eso y ke me dejen despues... ke pasa ke me deseas oke... te atraigo???... kiero kasarme pero kuando sea en dos años o asi, no mañana, pero si me lo proponen....tu en dos años te casarias?? Si nos fuera genial como novios si lo fueramos??"



 "Yo no podria estar como en tu anterior relación, sin sexo. Siempre he tenido sexo con todas mis parejas...", no me deja seguir, interrumpe con otro monólogo del club de la tragedia.

"Pero cdo kieres el tema tu mañana??... ke impaciente eres Rific, ayyyy... bueno pues lo dixo una pena, me pareciste un tio estupendo, te borro ya y tu telefono igual... ay muxos xikos ke merecen la pena sabes... y yo valgo muxo komo para ke me vengas a decir nada... yo valgo muxisimo!!!!! En todo caso solo podriamos ser amigos y ya... pero nose asta ke punt me interesaria, porke ya veo loke intentarias conmigo, jejejjej... ay ke kansancio de verdad... jejjejjejejejejjj, dime una kosa podria ser una candidata a futura esposa o no encajo contigo???... komo lo ves???... Soy una xika joben romantika muy cariñosa edukada sincera, simpatika, fiel, sexy, etc... y soy muy apasionada..."

"Espero que no te moleste la pregunta pero... ¿con tu ex hasta dónde llegaste en el tema sexual?", la curiosidad por saber más del personaje me puede.
"bss, caricias y ya esta...", contesta.
"¿Masturbaros?", necesito saberlo.
"Sí bueno, tocarse y eso -dudo mucho que hablemos de lo mismo- ¿ke signo eres tu?... bueno me tengo ke ir ya, encuentra a tu xika..."
"Ok, pásalo bien, ta hablamos", escribo a modo de despedida.
"Nnoooooooooo -salta, de repente- borra mi telefono... y todo, porfa... azlo si me kieres..."
"No pienso hacerlo -contesto, ¿dónde están mis kleenex, creo que voy a llorar- quizás algún día más adelante cambies de opinión..."

"Te gustaria ser mi novio verdad, jejjejej", su delirio no conoce límites.
"Me gustaria masturbarte, como lo hacías con tu novio, ver lo que pasa entonces...", rompo el precinto del paquete de pañuelos de papel.
"Pero bueno... y ser novios no verdad??? Eso lo haríamos de novios, si lo fueramos claro..."
"Qué importancia tiene mi signo del zodiaco?", primer lagrimón recorriendo mi mejilla.
"Nada, saber nada mas... responde a lo ke te digo...", Anamari es absurdamente tenaz.
"¿El qué?", ya no puedo más...
"Novios no?... Me voy ya xao..." desaparece del messenger, escribo una última frase "¿Acaso tu me quieres de novio?" pero creo que ya no le llega...

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Esa misma noche Anamari me escribe un correo electrónico.
"espero ke me ayas borrado de todo porke no kiero estar con una persona ke tene distintos objetivos ke yo.asi ke suerte y sigue con tus ideas ,pero ami borrame para siempre.xaooo!!!"

"¿Encontrará marido en los próximos dos años?", pienso.
No contesto el correo, por mi parte el juego ha terminado... eso sí, no pienso borrar (ni de coña) su descacharrante dirección de correo electrónico.

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Nota del Autor: Mis más sinceras disculpas por las faltas de ortografía, las palabras de Anamari sin ellas (esto es, tal cual las escribía) habrían podido llegar a dulcificar algo absolutamente "indulcificable".



jueves, 17 de octubre de 2013

OLA K ASE - NOVIAZGO EXPRESS

Viernes de finales de agosto, mediodía, conozco a Anamari en un chat, me da su dirección de messenger y nos conectamos, lo primero que hace tras mi saludo es iniciar una videollamada.

Está de vacaciones en Santander, me escribe desde un cibercafé. Sonríe a la cámara, es muy morena y lleva gafas grandes, me parece guapa.

A la segunda frase me dice si quiero que nos conozcamos cuando regrese a la ciudad, que si nos damos los móviles porque no tiene internet... me mosquea tanta urgencia, "mejor intercambiamos los números más adelante cuando ya vayas a venir, etc", contesto, dando largas.

Al día siguiente volvemos a coincidir un poco en el messenger. La tía vuelve a poner la cam, se ve que no concibe chatear de otra forma... y sus frases van directas a la yugular, sin rodeos.
"Bueno ke me kuentas... de mi te parezco... interesante o ke... sabes a mi me gusta la gente ke respeta... lo digo porke ay muxo pulpo y paso de idiotas ke ay bastantes por ai... si buscan diversion de un dia o 2 yo no, yo estoy ya para cosas mas serias, ya no tengo 15 años..."

Me cuenta que tuvo un novio hace tiempo, "duró 3 años, la distancia nos separó, se fue a madrid a trabajar y adios pampa mia!!!!"

Quito la cam, me siento interrogado y analizado, me dice que ella es tímida y no es una cualquiera... contesto que me parece bien, pero que yo en cambio no me considero para nada tímido.
Algo cambia tras esa afirmación.

"Mira por loke veo tu y yo somos muy distintos y me parece ke bamos por distintos caminos... a mi me enkantaria estar casda ya y con hijos y tu me parec ke estas mas a otro nivel... me entiendes, kiero a alguien ke sea komo yo, afin a mi... te gustaria casarte o pasas..."

"Mmm, sí claro -contesto, llevándome una mano a la cabeza- llegado el momento si diera con la chica adecuada... ¿por qué no?"
Anamari remata: "Y tu ves ke pueda haber algo serio entre tu y yo???"


Empiezo a confirmar lo que llevo pensando desde el primer momento que hablé con ella el día anterior: a Anamari se le va la pinza.

Le digo que en este caso el fin no justifica los medios y que esa casa no debe empezar a construirse por el tejado... no sé si entiende lo que quiero decir (yo tampoco estoy demasiado seguro) pero contesta un breve: "ya claro, eso sí"

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Dos días después regresa al cibercafé. Arranca fuerte: "he estado pensando sobre los dos... yo creo ke buscamos cosas distintas, busco a mi posible marido poco a poco... no puedo perder el tiempo, soy mayor y ya no soy una niña... mas o menos te puedes acer una idea de si encajo kontigo o no y luego puedes verme en persona si kiero..."

"Si quiero", dice... bueno, bueno.

Por suerte esta vez no ha conectado las cámaras, su discurso casi me provoca una sonora carcajada. "Tengo un blog que alimentar -pienso- no puedo dejar escapar esta elementa"

En vez de decirle "adios muy buenas y suerte" contesto un ambigo "yo es que prefiero hacerme una idea o juzgar la situación en persona, por aqui todo es muy engañoso... si eso cuando vengas de las vacaciones quedamos un día, tomamos algo y vemos"

"Si buscas sexo buscate a otra porke yo no, ya te lo digo..."
"Claro que no mujer", contesto.

Fin del chat, risas enlatadas.

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Vuelve de las vacaciones y me avisa para tomar un café. Ocho minutos antes de la hora convenida me empieza a acribillar a llamadas perdidas... llego a la plaza y nada más verla resuena en mi cabeza la banda sonora de "Misión Imposible".

Va vestida como una monja que tras haber ingresado en el convento en 1987 recibiera un permiso para salir al exterior vestida de paisano con las mismas prendas de entonces.
La melodía en mi cabeza cambia, ahora tarareo "my favourite things" del musical Sonrisas y Lágrimas, "girls in white dresses with blue satin sashes...snowflakes that stay on my nose and eyelashes..."

Oh sí, esto promete.


Caminamos cinco minutos hasta el bar pero en apenas treinta segundos ella ya muestra todas sus cartas: su peculiar manera de hablar, ese tono de señorona tan imposible en alguien con un rostro tan juvenil, su lenguaje corporal... juraría que está aterrorizada ante la cita y a la defensiva.

Por la calle no me mira y en el bar sigue igual, habla al aire, se dirige a un imaginario tercer convidado en nuestra mesa.
Dice que está muy nerviosa porque ese es el quinto o sexto café que se toma en el día... por el messenger ella me acribillaba a preguntas pero en persona no es tan brava, ahora el flexo lo apunto yo directo a su rostro y dirijo el interrogatorio: me cuenta que va a cumplir treinta y cinco años, me habla de su familia, de sus primos, de su tía de Santander, admite que jamás ha trabajado en su vida y ahora está echando curriculums pero no la llaman de ninguna parte...

Pregunto por su última relación y me habla de un chico, un amigo: "me enamoré de el y él de mi y tenia novia... y al final se kedo kon ella porke él era un xiko sin posibles y ella es de dinero aunke orrorosa... pero no hubo nada, un dia me dio un beso y ya, eso es todo aunque él quiso más... pero como no la soltaba pues se quedó o ella o yo... y se fue con ella... a mi me destrozó entera porke estaba ke daba mi vida por él... y se fue todo a la mierda... esto ha pasado el mes de febrero de este año asi ke figurate!!!"

Dice que le gusta mi colonia, descruza los brazos por un segundo (una ligera grieta en su postura ultradefensiva) para extender la mano diciendo que está muy nerviosa, que le tiembla la mano... se la agarro y ella la deja muerta, trémula, exánime.
La suelto y miro el reloj, pongo una excusa cualquiera y ponemos fin al encuentro.

En la calle me mira con cara de circunstancia y nos despedimos... según se aleja no dejo de pensar que en esa cazadora vaquera que me lleva quedarían de puta madre un par de aquellas chapitas fluorescentes del acid house...

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El ANSIA. Esa misma noche va a un cibercafé y se conecta.

"Holaaa qué tal... estabas muy nervioso, como yo...", comienza.
Contesto que sí, que por supuesto. Ejem...
"Y dime ke te pareci en persona???", pregunta.
Me lo pienso antes de contestar. "Mejor que por internet (icono sonriente), ¿y yo a ti?"
"Muy majete y coherente, no komo yo, jejejjej... ¿sentiste algo cdo estabas tomando el kafe conmigo? Ya vi que me tocaste la mano, porke me tokes una mano no pasa nada pero si me tokas más te doy una paliza..."
"No por dios, ¡descuida!", me parto.
"¿Y cdo te e tocado yo ke pasao? -insiste- dicen ke tengo lapiel muy suave, nose..."
"Me ha gustado tu tacto, sí -aplausos enlatados, ovación cerrada- el próximo día más (icono guiñando el ojo)
"Y en conjunto ke es lo k mas te gusta de mi? de cuerpo komo soy, jeje... te gustan las chicas delgadas como yo o gordas? Te confesare una kosa... soy virgen"


¡Corten!

La verdad es que no me sorprende lo más mínimo su confesión, tras conocerla si hubiera tenido que apostar me habría jugado un patrimonio a que lo era... pero me alucina que me diga estas cosas a través del messenger, aquella frenética parrafada, como una tragaperras descontrolada que no puede parar de escupir calderilla...

"Bueno, ser virgen no es ninguna enfermedad, no debes sentirte mal por ello", contesto.
"¿Y tú? ¿Lo eres? -retoma la ametralladora desde su nido de francotiradora- ¿que te parece que lo sea? Por eso estaba nerviosa... y por el café..."

Contesto que no lo soy, que no me parece ni mal ni bien que lo sea, lo único que me extraña es que haya estado tres años con aquel novio del que me habló y no mantuvieran relaciones... su respuesta es tan simple como genial: "sí, se tiene novio pero puedes ser virgen"

"Bueno si aora ke lo sabes si no kieres saber nada de mi, lo entendere... ke signo eras??? ayyyy 2 minutos y me voy a casa a comer... ke te parecieron mis ojos??? jejejjeje, stoy enamorada de mis ojaxos, me encantan, se corta..."

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Anamari me envía algunos mensajes al móvil esa semana, no contesto. Envío un correo diciendo que durante unos días estaré muy ocupado, que ya hablaremos.

¿Qué hacer con ella? Lo más sensato es dejarlo correr, huir de semejante trasto y no volver a hablar con ella... pero necesito un desenlace digno para esta entrada, decido volver a quedar con ella por segunda y última vez... y esta vez pienso entrarla.


    (CONTINUARÁ)   

-Para ver el desenlace pinche AQUÍ-



miércoles, 2 de octubre de 2013

"AMOR DE DERECHAS"

Conocí a Vanessa por motivos laborales, a ambos nos metieron en un pequeño grupo de trabajo compuesto por cinco personas que (por desgracia) pasábamos demasiadas horas juntos.

De los cinco ella era sin duda la más habladora, una especie de autoproclamada Abeja Reina que a la mínima ocasión se evadía de lo que traíamos entre manos para comentar con todo lujo de detalles su último fin de semana, sus planes para las vacaciones, intimidades varias… o meras cuestiones de actualidad social o política.
Fue así como todo el mundo en la oficina se enteró de que Vanessa era propensa a la dermatitis, que su pueblo de la meseta castellana era el que “mejores fiestas tenía del mundo”… y que era una fanática seguidora y votante del Partido Popular.

Quizás algo más que una simple votante.

Nos contó que en su época universitaria fue novia de un presidente local de las Juventudes del PP, que cada vez que regresaba a su pueblo se involucraba en actos del partido, que la alcaldesa siempre insistía en incluirla en listas de cara a los próximos comicios…


De hecho todos aquellos comentarios y su actitud parecían sacados de un libro de estilo o de régimen interno pepero.
No me gusta generalizar ni mucho menos juzgar a nadie por su aspecto pero Vanessa a simple vista parecía una de esas chicas de muy buen ver que los políticos sacan justo detrás de ellos en los mítines aplaudiendo sonrientes a todo lo que el líder diga, ondeando banderas con gaviotas, puños y rosas, etc…
Sí, Vanessa estaba muy buena, quizás por eso nadie en la oficina (mayoritariamente masculina) rechistaba durante sus (no pocas veces delirantes) sermones.


A la mínima oportunidad ponía a parir a Zapatero y demás miembros de su gobierno sin escatimar adjetivos a cada cual más ofensivo… y del mismo modo que ciertos nostálgicos de Franco hacían antaño, ella solía rematar muchos de sus discursitos recordando lo bien que para ella estábamos cuando Aznar era presidente.
Su devoción por José Mari era absoluta, un día nos contó la larga cola que tuvo que guardar (acompañada de su madre) en un Corte Inglés esperando para que Aznar le firmase un libro que por entonces había publicado… lo emocionada que se sintió según se acercaba, lo que le gustaba ese hombre…
Ahí, justo ahí, fue cuando se me encendió una bombilla.

Durante el primer mes y medio de “convivencia” me limité a observar a Vanessa manteniendo las distancias, admirando su físico y flipando con su manera de ser tan chorra. Por lo que contaba acerca de sí misma y sus gustos no creí que yo pudiera gustarle en absoluto, éramos de universos opuestos… pero en el momento en que ella nos contó lo “cachonda” que se puso durante la firma de aquel libro diciendo: “es que Aznar no solo me cae bien, es que me gusta físicamente… me pone”… tuve una revelación.

Pensé que vale, yo no soy precisamente Brad Pitt… pero si a esta tía le pone alguien como Aznar, ¡yo debería tener alguna posibilidad de llevármela al huerto!

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No, no me dejé bigote. Simplemente di un paso al frente regalándole los oídos con lo que a ella más le gustaba: una sobredosis lisonjera.
Para una persona que como ella, no hacía otra cosa más que hablar de sí misma, de lo divina, guapa y lista que era, de lo superior que era a sus amigas, de los bares guays que frecuentaba y los lugares que visitaba… supuse que acercarme a ella en plan “devoto admirador” ensalzando sus bondades sería el camino más corto hacia su interés.
No me equivoqué.


Una tarde a la salida del trabajo fuimos a tomar algo, me habló de un “gilipollas” con el que se había enrollado los dos fines de semana anteriores, empezó a ponerlo a parir como si fuera un independentista vasco o catalán, por lo visto se iban a ir fuera el puente pero él había hecho otros planes dejándola tirada… aproveché el momento soltándole el típico rollo de “no deberías perder el tiempo con alguien que no te valora, muchos estaríamos encantados de haber tenido la suerte de ese chico, bla bla bla” y a continuación, cuando bajó la guardia y me miró como si lo hiciera por primera vez (con ojos tiernos, coqueteando de repente) agarré su mano acercándome para insistir en lo mucho que me gustaba, que si por mi fuera la llevaría ese puente a un sitio mucho mejor que el que había planeado con el chico aquel… que su sola presencia cada día en la oficina me hacía soportable la faena, lo mucho que la eché en falta aquella semana que estuvo enferma…

Todo muy rastrero.

Se lo tragó todo, en medio de la segunda caña ya nos estábamos besando. Recuerdo que besaba fatal, fuimos a su coche y le toqué las tetas por encima de la ropa, no me dejó hacer nada más… de explorar su entrepierna ni hablar.
Me llevó hasta mi calle y se despidió arrancando su Audi negro con una amplia sonrisa de oreja a oreja.

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Ese finde se fue al pueblo. La semana siguiente solo repetimos jugada un día, quedando a escondidas a la salida del trabajo, besándonos en un bar oscuro…
Sus monólogos me cansaban cada vez más, solo hablaba de ella, jamás me preguntaba qué tal estaba o por mis opiniones.
El papel de adulador me había servido para intimar algo con ella pero hasta la fecha se antojaba escaso para lo que era mi auténtico objetivo: follar.

Y sin sexo, aguantar tanta gilipollez comenzaba a ser un tormento de lo más innecesario.

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El siguiente finde (el del famoso puente) Vanessa también puso rumbo al pueblo. Esa semana terminó el trabajo que nos habían encomendado y el grupo se disolvió, estuvimos tan atareados que no pudimos quedar pero de todos modos me daba la sensación de que Vanessa me estaba dando largas… o quizás era yo que tampoco insistí demasiado, harto de tanto insulso besuqueo derechista.

El caso es que el sábado del puente yo estaba en medio de una fiesta de cumpleaños en la casa de una amiga cuando recibí un sms de Vanessa: “he pensado que el próximo sábado sí me voy a quedar en la ciudad y podríamos salir tú y yo por la noche…

¡Bien!
Pasé toda la semana fantaseando con la inminente cita, obviando su parte penosa centrándome en la puramente sexual, porque esta vez sí habría sexo, leyendo entre líneas su mensaje (una y otra vez) todo indicaba que lo habría… además yo estaba esa semana solo en casa… ¡tenía  que haberlo!

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Ya no nos veíamos en la oficina así que los días previos estuvimos intercambiando mails, en ellos me expresaba sus muchas ganas de quedar y deslizaba alguna picardía.

Llegó el famoso sábado, la llamé por teléfono a mediodía para confirmar la hora y lugar del encuentro, todo normal… hasta que llegaron las cinco de la tarde y comenzó a diluviar de manera exagerada.
Aún faltaban unas horas para nuestra cita, por eso me sorprendió tanto el sms que me envió de repente: “oye, con esta lluvia no me apetece salir, será mejor que lo dejemos para otro día”.

Volví a llamarla, la voz de Vanessa (siempre enérgica y sin pausa) al otro lado del aparato se volvió frágil y dubitativa, insistí en que para la noche ya habría dejado de llover, rebatí cuantas objeciones me planteaba… “ya, no sé”, repetía… hasta que al final se sintió acorralada y soltó lo que realmente le rondaba por la cabeza.


- “Mira Rific, esta tarde ha venido mi amiga Marta a casa y le he hablado de ti, le he enseñado los mails y mensajes que me has mandado en este par de semanas… y me dice que tenga cuidado, que te ve muy obsesionado conmigo… no sé, creo que tiene algo de razón y ahora no me apetece demasiado lo de esta noche…

- “¿Cómo? ¿Que tu amiga opina qué? ¿Vas a hacer caso al criterio de alguien que no me conoce en absoluto? ¿Obsesio... nado?

- “Rific, ¿acaso niegas que esta noche me quieres llevar a tu casa? Además, viendo uno de los powerpoints que me mandaste hace tres semanas Marta se ha dado cuenta de que en varias de las fotos sale Nueva Orleans, donde te dije que quiero ir este verano… y en otro la música era la banda sonora de La Misión, mi favorita… no sé, ¡es todo muy raro!

- “El primero era un powerpoint de cachondeo con fotos de turistas que en segundo plano salían situaciones embarazosas, no reconocí los lugares, tu amiga sin duda tiene un buen ojo aparte de una mente calenturienta… lo de La Misión no lo sabía, yo la verdad es que prefiero las bandas sonoras de Psicosis o Tiburón, díselo a Marta a ver qué le parece

- “¿Ves? Te has molestado, no me gusta lo que me estás diciendo… mira, paso de discutir, hoy me quedo en el pueblo y punto

Aquel sábado me quedé en casa sin salir, viendo una peli o algún partido con cara de pocos amigos… la verdad es que de haberlo sabido no habría insistido, prefería la excusa de la lluvia.

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Un par de meses después me incluyó en el listado de receptores de un mail en el que anunciaba que se iba a vivir un año a América. Contesté de manera breve (para que su amiga sabueso no interpretara nada raro en mis palabras) deseándole buen viaje y buena suerte.
Se ve que el correo superó el filtro de Marta, una tarde que pasaba cerca de mi casa me envió un sms por si me apetecía bajar a tomar algo.

Bajé. Lo hice además casi tal cual estaba vestido en casa, con pantalón corto, sin afeitar, camiseta negra de AC/DC, chanclas… su cara al verme fue un poema, debí parecerle un “rojo peligroso”.

Por eso me supo especialmente bien cuando tres horas después empecé a comerle las tetas en el Audi… no me dejó pasar de ahí, después nos despedimos y jamás la he vuelto a ver.
Gracias José Mari.