miércoles, 23 de abril de 2014

"PORTARSE BIEN" (Tirar, empujar...)

Este año 2014 lo comencé asistiendo en Madrid al conciertazo de una mítica banda británica.
No era la primera vez que los veía, la anterior ocasión tuvo lugar hace varios años y tuvo su miga más allá del delirio musical.

-   -   -   -   -   -   -   -   -   -   -   -   -   -

Cinco meses antes del concierto quedé un día con una chica en cierto pueblo del Norte. Era la primera vez que nos veíamos en persona: visitamos el lugar, paramos en varios bares, nos pusimos contentillos, a mediodía alquilamos una habitación en un hostal, follamos un par de veces, regresamos a la estación de autobuses y a la noche cada uno estaba de vuelta en su casa... un crímen casi perfecto.


Poco después inicié una especie de relación con otra chica así que mi situación con la de la mencionada excursión quedó aparcada, no volvimos a quedar.

Mi nueva relación empezó aparentemente bien pero tres meses después se convirtió en un tormento... a pesar de todo intenté poner de mi parte para que saliera adelante. Por eso cuando la chica de la excursión me escribió para decirme que iba a ir al mismo concierto que yo, que si quedábamos, etc... preferí evitar situaciones raras y contesté poniendo excusas para impedir el reencuentro.

Llegó la semana del concierto y no volví a pensar en ello. Quedé con mis amigos para la apertura de puertas, nos tomamos unas copas y nada más entrar en el estadio... ¡zas! Me doy de bruces con la chica de la excursión.
Nos saludamos brevemente y me escabullo como puedo para seguir camino hacia la zona de mi entrada. La despaché educadamente y en ningún momento se me pasó por la cabeza el típico "joder qué putada, en otras circunstancias hoy podría haber..."

Debo reconocer que yo mismo fui el primer sorprendido ante tanta bendita mansedumbre.

No obstante, esperando que arrancase el espectaculo me dio por pensar en las posibilidades que había de encontrarnos entre las miles de personas presentes... muy pocas.
Lo normal habría sido tomarlo como una especie de señal divina o capricho del destino, un atajo demasiado evidente para caer en la tentación... sin embargo permanecí resuelto a "portarme bien".

Lo que me sucedió en las siguientes tres horas solo puede compararse al efecto de una sobredósis de droga euforizante.

Inoportuno mensaje de la chica con la que estaba, cabreada porque me había ido de concierto deseándome entre líneas que el show fuera un desastre... mi contestación "políticamente correcta" que no le llegó por la falta de cobertura o la saturación de líneas en el recinto... mensaje de la chica de la excursión diciéndome el lugar exacto donde estaba viendo el concierto, bastante cerca de donde me encontraba, firmando con un "venga, tomemos una cañita después"... no contesté... nuevo sms de mi presunta pareja cabreada porque no contesto, presumiendo que estaré borracho y pasándomelo genial SIN ELLA, demostrando ser un auténtico bicho por no entender que si a ella no le gusta una cosa yo vaya igualmente a verlo SIN ELLA...


Pues no, no me lo estaba pasando genial por su puta culpa, por sus tópicos lamentos prefabricados, sus reproches infundados, su cabreo preventivo, por toda la mierda que me quería hacer tragar y eso que tan solo estábamos en el principio de algo... el principio del fin.

Miré a mi alrededor y tomé aire. Pensé en la primera vez que escuché a aquel grupo, los vídeos musicales que ponían en la tele cuando yo era niño, las fiestas adolescentes en los bares, en la playa, sonando sus canciones de fondo, mis cintas TDK grabadas reproducidas hasta la saciedad en la soledad de mi cuarto...
Apagué el móvil y me pillé un cachi de cerveza. Las próximas dos horas no me las jodería nada ni nadie.

-   -   -   -   -   -   -   -   -   -   -   -   -   -

El concierto fue espectacular y especialmente emocionante. A la salida del estadio no tuve ningún otro "encontronazo" y solo después de subir al transporte público camino de casa decidí encender el móvil.

Tenía un par de mensajes de la "excursionista", comentándome momentos del concierto, ciertas canciones o bailes del cantante... y uno de mi "aguafiestas" insinuando que si había apagado el móvil sería porque me traía algo turbio entre manos...

Mi agobio era tremendo. Contesté de manera neutra a la chica del norte, dándole la razón en los momentazos del show y deseándole un buen viaje de vuelta a casa.
El mensaje de la otra ni lo contesté, no negocio con terroristas.

-   -   -   -   -   -   -   -   -   -   -   -   -   -

Llegué a casa y cuando estaba a punto de acostarme recibí otro mensaje: "estoy con mis amigos en un bar muy cerca de tu casa, no pienso irme de esta ciudad hasta que bajes a tomar algo conmigo".


Me miré en el espejo del cuarto de baño y tras comprobar que no quedaba ni rastro de mansedumbre en mi mirada solté un largo resoplido y agarré de nuevo las llaves y la cartera.

Bajé por el ascensor pero parecía una nube, bailando las canciones del grupo que aún resonaban en mi mente, crucé la calle hacia el bar imitando algunos pasos del cantante...
Entré en el local y descubrí que no me había dicho toda la verdad, ¡sus amigos no estaban!... el último tramo de la alfombra roja se desenrollaba bajo mis pies, ella sonrió maliciosa al verme entrar mientras me acercaba a su esquina... fin de trayecto.

-   -   -   -   -   -   -   -   -   -   -   -   -   -

Media hora más tarde me llevó al servicio de chicas y me hizo una inesperada mamada... fue su regalo de despedida antes de tomar el último tren hacia su tierra.

El concierto de este pasado mes de enero quizás haya estado algo mejor, pero debo confesar que eché en falta un servicio post-venta como aquel de la primera vez...