jueves, 9 de abril de 2015

"Alguien que me quiera"

Hace varios años, en una semana santa como la que acaba de terminar, conocí a una chica haciendo la compra en el supermercado.
Quedamos al día siguiente para dar juntos un paseo por la playa y la cosa se acabó calentando: baño tórrido en aguas (aquel día bastante) heladas y de remate una suculenta ración de sexo en mi apartamento.


Estando en la cama me contó más o menos su vida: su ex-marido transportista viajando demasiado a Marruecos y aficionándose a algunas de las tradicionales tentaciones de la zona; un par de críos cercanos a la adolescencia cada vez más problemáticos; una precaria situación laboral... el desahogo no fue solo físico o erótico, necesitaba alguien que la escuchase.

Dos días después regresó a mi apartamento para "despedirnos" antes de mi vuelta a casa. En este segundo asalto todo fue más lúdico y despreocupado, nos preparamos un par de cubatas y follamos de una manera más salvaje y premeditada dejando los problemas fuera del dormitorio.

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La siguiente semana santa regresé al apartamento, unos días antes nos habíamos puesto de nuevo en contacto y acordamos volver a vernos.

El día fijado cruzó mi puerta sonriendo, pero era una mueca nerviosa, a pesar de la "confianza" tardó varios minutos en relajarse. Saqué un par de cervezas y nos pusimos un poco al día de lo acontecido en los últimos doce meses.
Confesó haber estado saliendo bastante con un chico, que sí, que se lo pasaba más o menos bien y era agradable... pero que no terminaba de convencerle el asunto.

Empezamos a liarnos en el sofá y de ahí fuimos a la cama. Todo fue tan bien como recordaba, casi había olvidado su particular gracia cuando decía cochinadas al oido con ese acusado acento del sur...

Mientras nos vestíamos retomó el tema del chico con el que había salido, añadió que lo habían dejado definitivamente unas semanas atrás, que le había dado pena cómo se dieron las cosas pero que sin duda era lo mejor.
Bajando las escaleras y camino de su coche lamentó su mala suerte en el amor, la sucesión de hombres equivocados que la habían engañado y chuleado a lo largo de su vida.
Antes de abrir la puerta del vehículo me miró con ojos casi llorosos y me dijo: "Rific, yo ya no estoy para rollos... solo quiero encontrar a alguien que me quiera, que me quiera de verdad".

Me abrazó con fuerza, un abrazo largo. Nos dimos un beso y se fue.

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Yo podré ser muchas cosas, de hecho reconozco haber pecado no pocas veces de insensible... pero la situación de aquella chica y su alegato final lograron afectarme.

Apenas desapareció su coche al final de la calle decidí que jamás volvería a quedar con ella. Me resultó demasiado evidente el "fracaso" (y consiguiente desasosiego) que le supuso venir a verme, no niego que le pareciera una buena idea sobre el papel pero todo aquello que sucedió en el apartamento quedaba a mil años luz de sus ideas, anhelos y convicciones.
Tomé esa decisión porque ella, desde nuestra primera charla en el supermercado, me demostró ser una buenísima persona. En cierta manera, se lo debía.


Para el siguiente año deseé que se centrase en conseguir su objetivo amoroso y prometí no interferir con mis cantos de sirena.
Doce meses después me escribió y deslizó la idea de volver a vernos, pero cumplí mi promesa. Ya hace bastante que no sé nada de ella, me gustaría pensar que habrá encontrado a ese alguien que la quiera.

Yo por mi parte, me limito a sonreir cada vez que regreso a aquel supermercado y pillo un cartón de leche semidesnatada en el pasillo exacto donde la abordé... y es que las ofertas están para aprovecharlas.


22 comentarios:

Telma dijo...

Yo creo que todos buscamos a alguien que nos quiera... Aunque sea un ratito.

Mr. Rific dijo...

TELMA: Y hay ratitos sueltos que para mucha gente significan más que relaciones de años.
Y no les culpo por ello...

Me, Myself and I dijo...

Eso digo yo, que quiero a alguien que me quiera pero de verdad :(...Hiciste bien, Rific :)

Mr. Rific dijo...

ME, MYSELF AND I: Mucha gente quiere de verdad, lo cual no significa que lo vayan a hacer para siempre.
Eso sí, ante todo... ¡mucha suerte! :)

Me, Myself and I dijo...

Todo es relativo ;)

Anónimo dijo...

Llevo días leyendo tu blog, lo encontré por casualidad y lo añadí a la lista de lecturas.
Me he reído mucho, me has encandilado, a ratos también te he odiado un poco, otras (muchas) he pensando donde vivirá este tipo, otras podría firmar cada una de tus palabras y alguna hasta me he emocionado.
Así que gracias! Me quedo por aquí.
Besos
L.

Mr. Rific dijo...

ME, MYSELF AND I: ¡Por suerte así es! :)

L.: ¡bienvenida al blog! En más de 200 entradas hay lugar para todo, lo blanco, lo negro..y toda la gama de grises.
En cualquier casi, mientras no te aburra me doy por satisfecho :)
Te ruego aceptes la tradicional fanta de recibimiento cortesía de la casa, hoy que es viernes se admiten mezclas con el licor de turno.. Buen finde!!

Anónimo dijo...

Hay alguien que no quiera que le quieran de verdad? Yo creo que no. Otra cosa es si conseguir eso está en mano de uno/a o no... también creo que no. Así que, mientras llega, alegría y divertimento cuanto más mejor!
a.

Mr. Rific dijo...

A: Completamente de acuerdo, no todo el mundo reacciona del mismo modo en períodos de"carencia" pero yo me apunto a esa vertiente hedonista.
¡Qué remedio! :)

sonia dijo...

Me ha gustado la entrada mucho,enseguida he empatizado con la chica por esa frase que da título al post.
Hoy igual me tomo una copichuela de esas,Rific.

maruxaina89 dijo...

Hace algún tiempo yo también dije eso de que sólo necesitaba que alguien me quisiera... No es tan bueno como suena,la experiencia me ha demostrado que no vale de nada que te quieran si tú no quieres al otro!
Lo hiciste bien, definitivamente. El juego sólo es divertido cuando los dos quieren jugar ;)

Mr. Rific dijo...

SONIA: Si finalmente te tomas alguna copita hoy espero que no tengan efectos secundarios negativos, más bien todo lo contrario :)
Simple curiosidad, ¿con qué mezclarás la Fanta?

MARUXAINA89: Está claro que en este tema deben alinearse ciertos planetas y por algún motivo los eclipses totales son tan infrecuentes...
Ciertamente el juego puede ser divertido siempre que no se convierta en un valle de lágrimas o la cama pase a ser un diván de psicoanálisis :)

sonia dijo...

Pues no sé,quizás,con un poquito de vodka y,eso sí,una rodajita de naranja.

Mr. Rific dijo...

SONIA: Yo voy a salir en breve y (sin que sirva de precedente) me dedicaré a una sola cosa: CERVEZA :)

MOANA dijo...

La chica fue sincera y te mostró abiertamente sus cartas. Tu tomaste la decisión de no hacerle daño, aunque ello supusiera quedarte sin un buen rato de sexo. Esta vez has actuado sin egoísmo y con desinterés porque la chica se lo merecía. Olé por tu decisión, me alegro por ella!

Mr. Rific dijo...

MOANA: Además en su actitud no hubo ni de lejos el clásico pulso que a veces la otra parte te echa, en plan: "yo quiero esto y punto, si quieres las comes y si no las dejas". Cuando eso sucede salgo huyendo pero por otros motivos más relacionados con el instinto de supervivencia :)

Yo no creo que pudiera hacerle daño, pero tampoco le venía del todo bien jugar a un juego que no le interesaba lo más mínimo. Hacerme a un lado creo que fue lo más sano.

Juan dijo...

Pues yo también te he leído mucho (al hacerlo me autoconsuelo viéndome como alguien más humano) y no entiendo tu forma de pensar en este caso. Parece que al decir que es buena persona y que no quisieras hacerle daño demostraras que otras mujeres con las que has estado no son buenas personas y que por eso se merecen como las tratas. Yo creo que tu miedo es a involucrate emocionalmente y por eso huyes. Si sólo usas a las mujeres para follar también tú las has engañado y chuleado. Para mi está claro que es tu falta de sensibilidad la que define tus "relaciones". Ahora haces una pseudoexcepción y dices que no eres tan cruel como puedes dar a pensar. Lo dicho, gracias por tu blog, me hace alegrarme de no ser como tú.

Mr. Rific dijo...

JUAN: Mi manera a la hora de acercarme a las chicas en el tema sexual no puede ser más directa. No me ando con rodeos, dobles sentidos, juegos de seducción, cortejos galantes que lleven a error... procuro evitar a toda costa los malentendidos y si estos se producen tiendo a cortarlos por lo sano.

No obstante alguna vez he usado estratagemas no del todo deportivas para liarme con ciertas chicas.
¿En qué casos? Aciertas. Con aquellas (según mi criterio, por supuesto) que me demostraron ser malas personas. Con su actitud buscaron guerra y la encontraron, pasándome (eso sí) la Convención de Ginebra por el forro... faltaría más.

No pretendo excusarme por mi trayectoria, lo que hice con la chica de esta entrada pudo ser lo correcto o no, al igual que cuando he podido "burlar" a la engreída de turno quizás estaba tirando piedras contra mi propio tejado, a saber... sea como fuere gracias a ti por leer el blog a pesar de ser un plato de tan difícil digestión para tu hidalgo paladar.

sonia dijo...

Yo creo,sin embargo,que esa "crueldad" esconde una gran sensibilidad,es como un escudo que nos protege.Así es como yo lo percibo.

Mr. Rific dijo...

SONIA: Para ciertos asuntos, especialmente los del corazón, toda protección es poca.
La crueldad supone infligir daño o dolor a sabiendas. Yo en estas cuestiones me considero principalmente cauto... y solo cruel cuando la relación se basa en cierto conflicto, jamás cuando hay buena fe por la otra parte.

La Maripili dijo...

No te confundas, aunque las mujeres habitualmente mezclamos las cosas, si pillas a alguna algo más lista, sabe de sobra qué tío es follable y cuál casable. Y tú, Rific, afortunadamente estabas entre los follables.

Mr. Rific dijo...

LA MARIPILI: Normalmente me cuesta bastante poco dejar claro que no soy lo segundo, con lo primero ya es cuestión de gustos y no siempre sale como uno quiere :)