Son unos días muy complicados para mi así que me veo obligado a declinar sus ofertas. Finalmente una tarde de jueves salgo de currar antes de lo previsto y ella (se ve que está pendiente) al verme "conectado" me pregunta si ya he acabado por hoy, dice que pasará la noche donde sus padres cerca de mi casa, que si nos vemos un momento después de cenar... Estoy agotado pero acepto.
Son las diez y media, vamos a un bar oscuro y solitario, me intereso por sus novedades más recientes y sus aventuras durante aquellas extrañas semanas que dejó de hablarme... me cuenta que está mucho más animada, con ganas de divertirse sin preocupaciones y yo finjo alegrarme. A los pocos minutos paso al ataque, nos besamos en el incómodo banco colocado junto a la mesa, ella parece estar a gusto.
La cosa no pasa de ahí, tengo muchas cosas que hacer antes de acostarme y a la mañana siguiente, la cita por lo que a mi respecta debe ser breve... no obstante comento a Mara que el sábado por la mañana estaré solo en casa por si quisiera quedar, "ver una peli" o similar... para mi sorpresa la idea le entusiasma y me dice que pillará el primer bus de la mañana para bajar, iremos a mi casa y después ella marchará a comer donde sus padres.
¿Está pasando lo que creo que está pasando? Me extrañaría mucho dados los antecedentes... pero el sábado saldré de dudas.
- - - - - - - -
Sábado, diez y media de la mañana. Quedamos en la plaza donde el bus de su pueblo termina trayecto. Antes de ir a mi casa me pide que la acompañe a una tienda donde ha visto una camiseta que se quiere comprar. Me siento raro en medio de esa tienda modernilla/pastillera escuchando música house un sábado por la mañana, viendo a Mara rebuscar entre todas las prendas. No la encuentra, pregunta a la encargada pero no se la consigue, si la quiere deberá encargarla on-line.
Pillamos la ruta hacia mi casa pero Mara insiste en que paremos en otra tienda: "jooo, déjame echar un vistazo a ver si veo algoooo, diez minutitos como muchoooo", suplica tonteando. Algo no va bien, ¿se cree que soy el novio que sujeta el bolso mientras ella da vueltas por Sfera? Le digo que puede entra sola, que yo mientras iré a la tienda de cómics de enfrente a ver las últimas novedades... el primero que salga que avise al otro. Se queda un poco descolocada pero acepta el trato.
A través del cristal de la tienda de cómics veo como ella sale apenas dos minutos después de haber entrado, mirando a ambos lados de la calle, inquieta. Sonrío y salgo yo también, con tanta tienda se nos echa el mediodía encima y no dispondré de la casa libre demasiado tiempo...
- - - - - - - -
Cuando entramos en el portal me dice que ella conocía a una chica que vive allí, que era bastante gilipollas y dejaron de hablar. Creo saber de quién habla aunque no estoy seguro del todo... entramos y me pide un vaso de agua. Nos sentamos en el sofá del salón y cuando voy a besarla aparta la cara. "Hay algo que debo decirte", me suelta.
Me echo hacia atrás en el sofá y procuro que no se noten demasiado mis ganas de mandarla a paseo: si tenía algo importante que decirme... ¿por qué esperó a ese momento?
"Es que anoche mi ex se puso de nuevo en contacto conmigo..."
"¡Qué oportuno!", digo... "(y qué conveniente, pienso)"
"Me dijo que se arrepentía de muchas cosas, que me echaba de menos...", prosigue.
"¿Entonces te estás planteando lo de retomar aquellos planes de boda que quedaron interrumpidos en el último momento?, pregunto.
"No nooo... -contesta con firmeza- no creooo, ni de coñaaaa, no séee -de repente ya no hay tanta firmeza- el caso es que quería que lo supieras, pensé que deberías saberlo..."
"Vale", contesto. Podría haberme mostrado comprensivo, podríamos haber hablado media hora de ello, incluso haber sacado la baraja española y jugar un rato a la escoba... sin embargo opté por no decir ni una sola palabra más y acercarme de nuevo a ella.
Esta vez me devolvió el beso, de hecho ella tomó la iniciativa con su lengua, se diría que tenía ganas... hasta que de repente cuando fui a acariciarla el costado como paso previo al pecho me agarró los brazos impidiendo la maniobra. "No, nada de eso", susurró. "¿Nada de qué?", pregunté.
Agarrándome los brazos sigue con el besuqueo, impidiendo cualquier intentona de meter la mano por debajo de su ropa o tocarle una teta siquiera por encima de la camiseta.
"Que te he dicho que no, no vamos a hacer nada de eso!!!", protesta.
Tomo aire, cuento hasta diez. "Ya lo sé Mara, ya me he dado cuenta, ya sé lo que NO vamos a hacer... la cuestión entonces es lo que SÍ vamos a hacer"
Acerco su mano hasta mi dura entrepierna y ella la aparta indignada. El tren procedente de ninguna parte realiza su última parada, fin de trayecto.
"No voy a quedarme mucho Rific, antes de ir a comer a casa de mis padres he quedado con mi madre para ir a comprar..."
"Entonces será mejor que no la hagas esperar demasiado -contesto- vámonos ya, te acompaño hasta la calle que yo también tengo que ir a pillar algo"
Nos levantamos del sofá, nos calzamos y bajando por el ascensor decido dejar de morderme la lengua. "Pues bueno, ya me irás contando qué tal va lo de la reaparición de tu ex, quien sabe, igual todo ese papeleo previo a la boda que ya teníais hecho aún no ha caducado y os puede servir..."
Mara se queda callada tratando de entender lo que he dicho, cuando llegamos al portal me besa y a continuación dice: "¿y eso a qué ha venido?"
"Nada mujer, pásalo bien esta noche en las fiestas del pueblo ese al que vas, ¡hablamos!", me despido.
Ella desapareció en la calle de la derecha, probablemente pensando que en ese edificio solo viven gilipollas. Yo fui a la izquierda y regresé a la tienda de cómics a pillar un ejemplar rebajado de "Martin Mystère" al que había echado el ojo antes, esa misma mañana, mientras Mara jugaba a tener novio.
No ha vuelto a escribirme, de hecho me ha bloqueado. Algo me dice que esta vez será definitivo y no reaparecerá...